El gobernador de California,Jerry Brown, declaró este miércoles el estado de emergencia en el condado de Santa Barbara por la fuga de petróleo ocurrida el martes que podría haber vertido hasta 400.000 litros de petroleo en tierra y en el océano Pacífico.
«Esta declaración de emergencia permite que el estado movilice con rapidez todos los recursos disponibles. Haremos todo lo necesario para proteger la costa californiana», indicó Brown en un comunicado.
El vertido de petróleo podría ascender hasta los 400.000 litros, según los últimos cálculos divulgados hoy por el Centro de información unificado que está al frente de la gestión de la crisis medioambiental.
Esa cifra constituye el peor de los escenarios, según el comunicado de prensa, en el que se indica que se ha abierto una investigación para explicar la causa de la rotura del oleoducto que originó esta fuga de crudo y la cantidad exacta filtrada.
El suceso en el condado de Santa Bárbara, al norte de Los Angeles , dejó una mancha negra tanto en tierra como en el oceano. A primera hora de la mañana del miércoles, los equipos de limpieza habían retirado ya 30.000 litros de crudo.
La compañía Plains all american pipeline tiene que excavar hasta la fractura de la tubería que está instalada junto a la línea de costa desde 1987.
En las mentes de todos los habitantes de Santa Barbara esta en estos momentos el horrible recuerdo del vertido del año 1969, cuando una fuga en una de las múltiples plataformas que hay en la costa derramo casi 16 millones de litros de petróleo en el mar.