La Xunta de Galicia busca ahorrar en la gasolina y el gasóleo que consume su extenso parque de vehículos (mas de 3000). Para ello acaba de sacar a concurso el nuevo contrato de suministro de carburante para los próximos dos años y medio con nuevas obligaciones para la futura concesionaria: debe ofrecer un descuento mínimo del 7,5%. Esto permitirá un ahorro anual estimado para las arcas públicas de 350.000 euros. Pero además el Ejecutivo gallego exige al futuro adjudicatario que disponga de «una extensa red de estaciones de servicio» con al menos quince gasolineras en cada provincia y presencia en las siete ciudades, requisito que, de entrada, solo cumplen dos grandes distribuidoras en Galicia, Cepsa y Repsol, por lo que según parece el pliego de condiciones complica la presentación de los pequeños empresarios y favorece a las dos grandes petroleras aunque cabe la posibilidad, de que se unan varias empresas para concurrir al concurso.
Este ultimo punto es totalmente opuesto al objetivo de ahorrar que según los técnicos de la Xunta busca este condicionado, ya que si estudiamos los precios del combustible en Galicia a través de la pagina del ministerio de Industria, las gasolineras de las dos operadoras dominantes no son nunca las mas baratas en ninguna de las ciudades afectadas, si no que todo lo contrario, son las que tienen los precios mas altos.
El nuevo contrato para suministrar carburantes al parque móvil de la Xunta deberá incluir también el pago de telepeaje para circular por las autopistas y el servicio de lavado de los coches. En total, el contrato tiene un valor estimado de 9,7 millones de euros hasta 2017. Por el combustible abonarán 9,3 millones de euros; por el pago de peajes, 420.000 euros y por la limpieza de los vehículos en máquinas de autolavado, 20.726 euros.
Según explica la Consellería de Presidencia, trece nuevos organismos de la Administración autonómica se han sumado a la contratación conjunta de combustible, lo que permitirá un ahorro mayor. Así, solo de entrada este contrato permitirá reducir el gasto en 100.000 euros, a los que se sumarán otros 350.000 euros anuales en combustible, según los cálculos que realiza la administración gallega.
A nuestro juicio, este tipo de contratos son muy cómodos para la administración y las grandes petroleras, pero ni mucho menos son la mejor forma de obtener ahorros a los contribuyentes, con una flota en la que por encima del 90% de los vehículos son diesel, lo lógico seria que la Xunta de Galicia comprase el gasóleo a granel como hacen la mayoría de las empresas de transporte, de esta manera en el día de hoy se generarían unos ahorros por encima de los 14 céntimos el litro de combustible, lo que lleva a unas cifras de ahorro mas que interesantes, pero por desgracia en la administración publica hoy prima la comodidad y no la buena gestión de los fondos públicos.
Galicia es la comunidad con los precios más altos en gasóleo y gasolina de la Península. A ello contribuye que la Xunta esté aplicando el máximo recargo del llamado céntimo sanitario -4,8 céntimos- por cada litro de combustible eliminado en la practica totalidad de comunidades autónomas, incluso en las que no tienen refinerías en sus territorios.