Lamentablemente, la industria española está viviendo consecuencias de la crisis energética, incluso con más fuerza que los países de su entorno. Estos datos están demostrados y anotados por Enagás, donde se destaca la desigualdad con los Estados vecinos.
Si comparamos el consumo de gas convencional en España de los meses de julio y agosto, respecto a los mismos meses del año anterior, se observa una caída de un 34%.
Respecto a esta bajada, Enagás expone que en Francia existe un descenso del 12,1%, en Italia un 9,9%, en Reino Unido un 9,6% e incluso en Portugal el declive es muy inferior al de España con una caída del 15,7%, la mitad que en la península ibérica. Por consiguiente, el consumo de gas convencional, la mayor parte del cual es aprovechado por la industria, disminuyó el triple en España que, en los países vecinos, aunque también siga sufriendo la escalada de precios del gas en el mercado mayorista.
Está desaceleración se ha producido en plena avalancha de anuncios de paradas de producción en la industria para sobrellevar la crisis de precios, lo que hace tomar la decisión de grandes productores a proponer ERTE en algunos de sus centros productivos.
Asimismo, la llegada del invierno no afloja. El gas convencional volvió a decrecer casi un 40% en septiembre. Por esa razón, el Gobierno puede cumplir los compromisos de ahorros pactados con Bruselas para los futuros meses sin tener restricciones.
El proyecto de este martes plantea que se debe reducir el consumo de gas un 6,4% en comparación a los últimos cinco años, el cual se dará en el Consejo de Ministros. Una cantidad que por ahora supera el deterioro de la producción industrial.
La principal compañía española de transporte de gas natural, así como el gestor técnico de todo el sistema, es decir Enagás ha podido observar un retroceso del 13% del consumo que contabiliza la Comisión Europea, puesto que el gas para producir electricidad y exportarla a otros países no computa.
En la última cumbre de ministros de Energía de la Unión Europea, que se ofició durante el pasado viernes, se decidió que España debe disminuir de forma obligatoria un 5% y de forma voluntaria otro 5%. De forma equivalente, el descenso de consumo eléctrico por parte de la industria por los elevados precios permite esquivar restricciones a otros colectivos como los hogares.
En cambio, el plan del Gobierno si comunicará recomendaciones con el objetivo de que, asimismo de cumplir con los socios comunitarios, posibilite bajar los gastos de las familias en las facturas, las cuales subirán sus precios de forma elevada durante el invierno.
España no ha pasado por desapercibida esta subida de determinados consumos básicos. De cara al ámbito doméstico la factura de la luz ha ascendido en agosto un 60% interanual, en comparación a Francia es ocho veces mayor, a Alemania cuatro y el doble a Portugal, así afirman datos por Eurostat.