En vista de la subida de la electricidad y los escasos suministros, se está reduciendo el ritmo de las máquinas o incluso en algunos casos se han detenido. Este hecho es dado por la guerra de Ucrania, donde las consecuencias se ven reflejadas en la productividad de la industria.
Desde el inicio de esta disparidad, los precios del petróleo, gas y electricidad están por las nubes. La luz, a finales de 2021 ya había subido un 115% cuando solo habían transcurrido diez días, llegando a la cúspide de 700 euros/MWh. De igual forma, cuando comenzó marzo su precio medio se multiplicaba por diez el de la misma temporada en 2021: 47 euros/MWh en comparación a 545 euros/MWh comprendidos el 8 de marzo.
Por si fuera poco, estos aumentos también se han reflejado en materiales indispensables como son el cromo, níquel, paladio, silicio y arcillas imprescindibles para la fabricación de metales y cerámicas.
El alza de la energía y los suministros ha provocado que algunas empresas tengan que apagar sus hornos o reducir la producción a mínimos, con el efecto que esto supone a la hora de los empleos y la cadena de suministro en sí. De esta manera, Ferroglobe ha paralizado sus fábricas de Arteixo (Galicia), Boo (Cantabria) y Monzón (Huesca), y Acerinox detuvo su actividad en la planta de Algeciras el 8 de marzo y planteó en ERTE a 1.800 empleados.
Con los cambios de precios de la energía, la industria está hundida en una gran incertidumbre y tiene que efectuar los pedidos con una semana de antelación sin saber si podrá asumir los costes de producción. Es por lo que, el Gobierno ha solicitado medidas urgentes para superar la crisis energética y que las empresas puedan volver a la normalidad.
En Asturias se acumulan un conjunto de empresas con un consumo alto de estas materias, 80 asociaciones empresariales y más de 50.000 compañías. Alberto González, director general de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), que aunque este hecho está afectando a miles de entidades, supone “un gran problema” para Arcelor Mittal y Asturiana de Zinc, dos empresas que consumen alrededor de la mitad de toda la energía de Asturias en un año.
En esta circunstancia, Asturiana de Zinc activa su producción en las horas valle, en tanto que Arcelor Mittal ha detenido su planta en Sestao y ha puesto en ERTE a 220 trabajadores. Desde la FADE han solicitado al Gobierno de Asturias comenzar la regasificadora de Gijón y exigen al Gobierno de España herramientas para poder solicitar ERTE de forma “clara y ágil”, ante una “razón atípica y sobrevenida” por la guerra de Ucrania.
Conforme dice González, el problema principal es el encarecimiento de la electricidad seguido de la llegada de suministros como el carbón y mineral de hierro, también el detenimiento de la demanda de sectores como el automóvil, conservas y electrodomésticos.
Es por lo que él mismo, solicita la Unión Europea que regule los precios energéticos y desligue el precio del gas de la electricidad y, partiendo de ahí, hacer una descarga fiscal proporcionada al impacto extraordinario que está teniendo la guerra de Ucrania sobre los precios de la energía.