Las principales empresas energéticas de España, Iberdrola, Repsol y Endesa, se encuentran enfrentando un obstáculo importante en el despliegue de los puntos de recarga para vehículos eléctricos en el país. Según informes recientes, alrededor de 7.000 puntos de recarga se encuentran actualmente ‘parados’ debido a las trabas burocráticas que dificultan su puesta en marcha.
Las operadoras del sector han manifestado su preocupación y han hecho un llamado a las Administraciones para que agilicen los procesos y brinden un «silencio positivo» que permita avanzar en la instalación de infraestructura de recarga en España. Este llamado se da en un contexto en el que la movilidad eléctrica se presenta como una alternativa clave para la reducción de emisiones contaminantes y la transición hacia un modelo más sostenible.
La necesidad de una mayor colaboración entre el sector privado y las autoridades se vuelve evidente en este escenario, donde la burocracia se convierte en un obstáculo para el avance de la infraestructura necesaria para impulsar la movilidad eléctrica en el país. Se espera que estas empresas y el gobierno puedan encontrar soluciones conjuntas que permitan superar estas trabas y acelerar la transición hacia un parque automovilístico más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.