La Hacienda española toma decisiones clave en materia fiscal, priorizando una reforma que afecta directamente a la banca, al diésel y al capital, en detrimento del impuesto a las energéticas. El Gobierno, en un acuerdo con partidos como el PNV y Junts, introduce una serie de enmiendas a la ley del tipo mínimo global del 15% para multinacionales, retomando así la senda de incremento en la tributación empresarial impulsada por Montoro.
Entre las medidas propuestas se incluye un aumento en la carga impositiva sobre el ahorro, el gasoil, los cigarros electrónicos y el tabaco, buscando así recaudar más fondos para las arcas públicas. Esta reforma fiscal, que ha generado controversia en diversos sectores, busca reactivar la economía y garantizar una mayor equidad en el sistema tributario.
Las repercusiones de estas decisiones fiscales serán analizadas detenidamente por expertos y la ciudadanía en general, ya que impactarán directamente en el bolsillo de los contribuyentes y en la competitividad de ciertos sectores económicos.