El proyecto forma parte de los planes de desarrollo y modernización que Pemex va a llevar a cabo, con inversiones de 5.500 millones de dólares, como parte del proyecto de calidad de combustibles en sus refinerías en todo el país para producir y suministrar diésel con un contenido máximo de azufre de 15 partes por millón, lo cual supone una reducción del 97% para cumplir con las normas ambientales.
En el contrato se incluye el aprovisionamiento, construcción,ingeniería y puesta en marcha de tres nuevas unidades de refino: planta de hidrógeno, planta de recuperación de azufre, hidrodesulfuradora de diésel, y modificaciones en una unidad hidrodesulfuradora existente.
Las obras a llevar a cabo ofrecerán 12.000 empleos directos y 31.000 indirectos.