La crisis del mercado inmobiliario parece estar lejos de llegar a su fin, ya que durante el año 2024 se registró un aumento del 8,4% en el precio de la vivienda en España, el mayor incremento desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007. Navarra, Andalucía y Aragón fueron las comunidades autónomas que lideraron estas subidas, marcando un acelerón en los precios que preocupa a expertos y ciudadanos por igual.
Este incremento desmesurado de los precios de la vivienda pone en una situación comprometida a aquellos que buscan acceder a una vivienda digna, especialmente a los jóvenes y a las familias con ingresos medios o bajos. La falta de medidas efectivas por parte de las autoridades para controlar esta escalada de precios ha generado un clima de incertidumbre en el sector inmobiliario y en la economía en general.
La vivienda, que debería ser un derecho fundamental y un bien de primera necesidad, se está convirtiendo cada vez más en un lujo al alcance de unos pocos, lo que pone en riesgo la estabilidad social y la igualdad de oportunidades en nuestro país. Urge tomar medidas concretas y eficaces para frenar esta tendencia alcista y garantizar el acceso a una vivienda digna para todos los ciudadanos.