En medio de la temporada navideña, los precios de los alimentos se han disparado, complicando la planificación de los menús festivos para muchas familias. Productos como los huevos, los dulces y la ternera han experimentado incrementos significativos que desafían el presupuesto de quienes buscan celebrar con abundancia. En contraste, el marisco fresco y refrigerado ha visto subidas más moderadas, en torno al 31% interanual.
Estos aumentos en los precios de alimentos tradicionalmente presentes en las mesas navideñas han generado preocupación entre los consumidores, quienes buscan alternativas para adaptarse a esta nueva realidad económica. Ante este panorama, se espera que las familias tengan que hacer ajustes en sus compras y optar por productos más accesibles para mantener viva la tradición de la cena de Navidad.
En un contexto marcado por la incertidumbre económica y la inflación, las Navidades de lujo parecen estar reservadas para unos pocos, mientras que la mayoría de los hogares se ven obligados a replantearse sus gastos y prioridades en estas fechas tan especiales.