En un mundo cada vez más impulsado por la energía renovable, España se encuentra ante un desafío monumental: la creciente influencia de China en la industria. La dominación china en campos como la energía solar y eólica está afectando a la industria verde española, provocando que el país se esfuerce por mantener su posición en un mercado competitivo. Con la Unión Europea tomando medidas para proteger a la industria eólica y voces de expertos que abogan por la calidad sobre el precio, España se encuentra en una encrucijada crucial para su futuro energético sostenible.
En la actualidad, el nombre «China» resuena fuertemente en los oídos de la industria renovable española, y no precisamente de una manera positiva. Este país asiático representa un desafío crucial para la sostenibilidad de la industria eólica y solar en Europa. España, que ha sido un actor destacado en el ámbito de las energías renovables, se encuentra ante la encrucijada de mantener su posición en este sector.
El impacto de China se extiende a todos los aspectos de la industria verde: desde la energía solar y eólica hasta las baterías, las materias primas y las tierras raras. En prácticamente todos estos campos, China domina con una cuota de producción significativa. Los fabricantes chinos han ganado terreno en áreas como inversores fotovoltaicos, donde la mayoría de los principales fabricantes son chinos, dejando solo una minoría para empresas españolas y japonesas.
Este panorama ha generado una creciente preocupación en la industria eólica europea, y como respuesta, la Unión Europea ha aprobado un nuevo plan de ayuda a la industria eólica valorado en 1.400 millones de euros, junto con medidas destinadas a retrasar la expansión de los fabricantes chinos en el mercado europeo.
La protección de la industria eólica se considera estratégica, ya que la deslocalización de la cadena de suministro llevaría a una dependencia total de China. Sin embargo, también se menciona a Estados Unidos como una opción, aunque con la advertencia de que Estados Unidos parece estar interesado en satisfacer su propia demanda y no en exportar a otros países.
El enfoque en el precio más bajo ha sido identificado como un error en la estrategia, ya que los desarrolladores han buscado constantemente reducir costos, descuidando la creación de valor en la industria renovable. La opinión general es que España tiene la oportunidad de aprovechar sus recursos y tecnología para no desperdiciar la situación privilegiada en la que se encuentra.
La opinión de los expertos se centra en hacer las cosas correctamente, incluso si esto implica un mayor tiempo de desarrollo. Ejemplos como el repowering de parques eólicos, que se pueden realizar con maquinaria europea en lugar de china, destacan la importancia de mantener un enfoque en la calidad y la eficiencia.
Además de la amenaza china, el sector renovable enfrenta desafíos en términos de redes eléctricas y demanda de energía. La electrificación y la hibridación se presentan como soluciones para superar estos obstáculos y aprovechar al máximo el potencial de generación de energía renovable.
En resumen, la industria renovable española se enfrenta a un desafío significativo debido al avance de China en el mercado global. La protección de la industria, la creación de valor y la inversión en tecnología son esenciales para mantener una posición fuerte en este sector en constante evolución. La colaboración y el enfoque en la calidad son clave, y España tiene la oportunidad de liderar en este campo aprovechando sus recursos y tecnología.