El Gobierno ha tomado medidas para impulsar la construcción de viviendas nuevas en el país, recortando los plazos establecidos para agilizar los procesos. Esta decisión busca fomentar el desarrollo urbanístico y combatir la escasez de vivienda que afecta a numerosas familias. Con esta medida, se espera que se reduzcan los tiempos de espera en los trámites burocráticos y se dinamice el sector de la construcción. Sin embargo, esta medida ha generado opiniones encontradas entre los expertos, algunos apoyan la iniciativa por su impacto positivo en la economía, mientras que otros expresan preocupación por posibles consecuencias a largo plazo en términos de calidad y planificación urbana. La aceleración en la construcción de viviendas nuevas plantea retos y oportunidades que requerirán un seguimiento detallado por parte de las autoridades competentes y la sociedad en general.
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