El sector aéreo enfrenta un aumento significativo en sus costos este año debido al mandato del Sustainable Aviation Fuels (SAF, por sus siglas en inglés), que busca promover el uso de combustibles sostenibles. Según las nuevas regulaciones de la Unión Europea, las aerolíneas como Iberia, Vueling, Ryanair y Air Europa deberán destinar un 2% de sus recursos a la adquisición de combustibles más amigables con el medio ambiente a partir del año 2025.
Este cambio supondrá un desembolso adicional de 234 millones de euros para las compañías aéreas, que deberán ajustar sus presupuestos para cumplir con las exigencias medioambientales establecidas. A pesar de los beneficios a largo plazo que representan los combustibles sostenibles, la transición hacia su uso implica un desafío económico para las aerolíneas, que buscan encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad y la rentabilidad en un contexto de recuperación postpandemia.
La industria aérea, clave en la conectividad global, se enfrenta así a un nuevo escenario que demanda inversiones y adaptaciones en un momento de incertidumbre y cambios constantes. La necesidad de reducir la huella ambiental del transporte aéreo impulsa la implementación de medidas como el SAF, que buscan contribuir a la mitigación del impacto ambiental de la aviación en un contexto de creciente conciencia sobre la urgencia de actuar frente al cambio climático.
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