El Gobierno británico, así como el resto de los países ha dictado diferentes medidas para reducir su dependencia exterior de fuentes energéticas. Durante el viernes pasado, abrió el proceso de concesión de un centenar de licencias de explotación y extracción de petróleo y gas en 890 bloques o áreas en el mar del Norte, con el propósito de reducir las importaciones del extranjero.
“No es incompatible” con los objetivos de la lucha contra el cambio climático, así lo aseguraba La Autoridad de Transición del mar del Norte, subsidiaria del Estado.
El Reino Unido se acoge al mar del Norte, en el cual se calcula que pueden quedar 15.000 millones de barriles después de alcanzar el pico de hace dos décadas, por encima de que organismos como la Agencia Internacional de la Energía (AIE) han alertado de que no se deben conceder nuevas licencias si se quiere conseguir la meta de limitar a 1,5 grados este siglo el calentamiento del planeta.
Mientras que la NSTA ha precisado cuatro áreas prioritarias con hidrocarburos conocidos y próximos de infraestructura para aligerar la producción, revela en su comunicado. Se estima que el tiempo medio entre el descubrimiento y la producción inicial es de cerca de cinco años, a pesar de que se va reduciendo, específica.
La Autoridad declara que el petróleo y el gas abarcan actualmente unas tres cuartas partes de las necesidades energéticas nacionales y expone que, aun cuando se aminore la demanda, “seguirán desempeñando un papel importante”. Frente a las críticas de los ecologistas, la agencia estatal garantiza que el esfuerzo para obtener la carboneutralidad en 2050 “se mantiene, junto con el impulso de la seguridad energética”. El organismo razona que el hecho de extraer hidrocarburos del mar del Norte en vez de importarlos disminuirá las emisiones causadas por el transporte – pese a que no contabiliza las provocadas por la combustión -.
También, las emisiones de producción “se han reducido en más de una quinta parte entre 2018 y 2021” y “el sector está en camino de cumplir los objetivos de reducción del 10% para 2025 y del 25% para el 2027”, acordados en el llamado Acuerdo de transición del mar del Norte en 2021. La fase de solicitud de licencias se prolongará hasta las 14:00 GMT del 12 de enero de 2023 y se espera que las primeras se concedan a partir del segundo trimestre de 2023, especificaba en su nota.
“La invasión ilegal de Ucrania por parte de Putin hace que sea más importante que nunca aprovechemos al máximo los recursos energéticos soberanos” así afirmaba el conservador Jacob Rees-Mogg, el ministro británico de Empresa. Mientras que Andy Samuel, el director ejecutivo de NSTA, afirma que la agencia trabaja “en estrecha colaboración con la industria y el Gobierno para satisfacer las necesidades de Reino Unido con suministros del mar del Norte producidos de la manera más limpia posible. Las garantías de suministro y un cero neto no deberían estar en conflicto” defiende, para agregar que el sector petrolero se ha comprometido a invertir en electrificación, almacenamiento de carbono y de hidrógeno.