Madrid, 1 de julio de 2025 – España ha alcanzado un máximo histórico en la importación de carburantes procedentes de Marruecos durante los meses de marzo y abril de 2025. Según datos de Aduanas y analistas del sector, en solo dos meses se importaron más de 123.000 toneladas de diésel desde territorio marroquí, una cifra superior al total acumulado en los cuatro años anteriores. Esta repentina escalada en el comercio energético entre ambos países ha generado inquietud en el sector y ha abierto una investigación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ante la posibilidad de que el combustible tenga origen ruso reetiquetado.
Un repunte sin precedentes
El volumen de diésel importado desde Marruecos ha multiplicado por más de 20 el promedio habitual registrado en los años anteriores. Este fenómeno no ha pasado desapercibido para las autoridades ni para los operadores energéticos, que ya han dado la voz de alarma por las consecuencias que esto puede tener en la competencia del mercado nacional y el cumplimiento de las sanciones europeas.
Desde la entrada en vigor del veto europeo al petróleo ruso en febrero de 2023, todos los países miembros de la Unión Europea están obligados a evitar la adquisición directa de productos derivados del crudo ruso, incluidas mezclas y reexportaciones camufladas. Sin embargo, Marruecos no está sujeto a este régimen sancionador, y su actividad como centro de mezcla, refinado y reexportación de carburantes ha crecido exponencialmente en los últimos 18 meses.
El riesgo del reetiquetado
La hipótesis más extendida entre fuentes del sector es que Marruecos estaría importando diésel ruso, mezclándolo con otros orígenes o modificando su trazabilidad documental para reexportarlo a países europeos sin aparente infracción formal. Esto, aunque legalmente difícil de demostrar, plantea serios problemas éticos, políticos y regulatorios.
Expertos de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) aseguran que este tipo de prácticas suponen un claro caso de “evasión de sanciones mediante triangulación comercial”. El principal temor es que estos carburantes estén accediendo al mercado español a precios sensiblemente inferiores a los del producto refinado en la UE, desplazando a las empresas que sí cumplen estrictamente con la normativa comunitaria.
“Estamos ante un fenómeno de dumping encubierto”, ha declarado un portavoz de la patronal del sector. “Se está produciendo una distorsión del mercado que beneficia a actores que operan con escasa trazabilidad y control fiscal, poniendo en peligro tanto la competencia como la recaudación tributaria”.
El papel de las autoridades
La Subdirección General de Hidrocarburos del MITECO ha iniciado una investigación sobre estas importaciones, solicitando información detallada sobre las características, composición química y trazabilidad de los carburantes procedentes de Marruecos. Según fuentes del ministerio, se están cruzando datos aduaneros, registros de navieras, certificados de origen y análisis técnicos para verificar si existen vínculos con el petróleo ruso sancionado.
El ministro para la Transición Ecológica en funciones, Hugo Morán, ha declarado que “España no permitirá que el cumplimiento de las sanciones se vea vulnerado por prácticas comerciales opacas. Se trata no solo de una cuestión de legalidad, sino de coherencia política internacional”.
Por su parte, la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) también ha iniciado un procedimiento paralelo para verificar la correcta aplicación de los impuestos especiales y el IVA en estas operaciones, ante la sospecha de posibles irregularidades fiscales.
Reacciones del sector
Numerosas asociaciones de distribuidores y operadores independientes han expresado su malestar por lo que consideran una “invasión de carburante opaco” en el mercado español. La Asociación Nacional de Distribuidores Automáticos de Carburantes (ANDA) ha pedido que se intensifiquen los controles en puertos y depósitos fiscales, así como una mayor colaboración con la Comisión Europea y con las autoridades marroquíes.
Desde el sector logístico, también se alerta de que algunas navieras están actuando como intermediarios clave en este flujo, operando rutas indirectas a través de puertos como Tánger Med, Las Palmas o incluso Gibraltar.
“Los circuitos de transporte han cambiado radicalmente desde el inicio de las sanciones. Marruecos ha emergido como un hub estratégico para el reetiquetado de hidrocarburos. Y eso puede tener efectos colaterales negativos si no se actúa con firmeza”, ha indicado un representante del Consejo del Transporte Marítimo.
Perspectivas e implicaciones
De confirmarse la vinculación con el combustible ruso, España podría enfrentarse a un doble desafío: el diplomático, en relación con su colaboración con Marruecos, y el comunitario, por su responsabilidad en el cumplimiento del régimen sancionador de la UE. Asimismo, las empresas nacionales que operan bajo estrictas normas medioambientales, fiscales y de trazabilidad ven mermada su competitividad frente a productos más baratos y de dudosa procedencia.
Esta situación reabre el debate sobre la dependencia energética exterior, la necesidad de reforzar la trazabilidad de los productos energéticos y el fortalecimiento de mecanismos de control y transparencia a escala europea.