El debate sobre la energía nuclear ha vuelto a situar a España en una posición aislada a nivel global. La falta de conexiones energéticas con el continente europeo ha dejado al país en una situación de vulnerabilidad, agravada por la decisión del Gobierno actual de no revertir el cierre planificado de las centrales nucleares.
Esta postura, defendida por el Ejecutivo de PSOE y Sumar, contrasta con la tendencia mundial de retomar la energía nuclear como una opción viable y sostenible en la lucha contra el cambio climático. Mientras otros países apuestan por la nuclear como parte de su mix energético, España se arriesga a quedar rezagada y a depender aún más de fuentes de energía no renovables.
El futuro energético del país se ve amenazado por la falta de visión y la negativa a adaptarse a los cambios en el panorama energético global. La necesidad de fortalecer las conexiones con el continente y de reconsiderar la importancia de la energía nuclear como una alternativa limpia y eficiente se convierten en desafíos urgentes para España en un contexto cada vez más interconectado y competitivo a nivel internacional.
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