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Ignacio Galán, el presidente de la mayor eléctrica española, ha declarado recientemente que es posible seguir creciendo y al mismo tiempo aumentar el dividendo que se les paga a los accionistas cada año. En sus palabras, los 350.000 pequeños inversores que forman parte del grupo son la seña de identidad de la compañía. Este enfoque hacia los accionistas minoritarios refleja la importancia que Galán le otorga a mantener una relación cercana con aquellos que confían en la empresa y contribuyen a su crecimiento. A pesar de los desafíos que enfrenta el sector energético, la apuesta de Galán por mantener contentos a sus accionistas parece ser clave en la estrategia de la empresa para seguir avanzando en el mercado.