El consejo del regulador exigira a Repsol, Cepsa, BP y Galp información actualizada de sus cifras de negocio y otros datos de sus cuentas para investigar a fondo la fijación de los precios de las gasolinas y el aumento de los márgenes.
Los dos expedientes sancionadores abiertos por la CNMC a las petroleras en España continuan su curso natural, el consejo que el regulador celebró la pasada semana acordó solicitar a Repsol, Cepsa, BP y Galp «la recalificación de sus cifras de negocio e información económica adicional sobre sus cuentas» en el marco del proceso de investigación sobre supuestos pactos de precios en sus gasolineras.
De los dos expedientes, investigan posibles «conductas bilaterales anticompetitivas, que consistirían en la coordinación entre operadores de productos petrolíferos en materia de precios, clientes y condiciones comerciales y en el intercambio de información comercial sensible, en los mercados de distribución de combustible de automoción».
Las investigaciones preliminares de la CNC habían detectado claros indicios de que las petroleras «alineaban sus precios de venta al público», es decir, que había supuestos pactos de precios que desincentivaban la competencia entre gasolineras y el comportamiento selectivo de los consumidores. Este hecho desembocó en el expediente sancionador en curso y ahora la CNMC le ha dado un nuevo empujón, tras 17 meses de investigaciones ,lo que lleva a exigir la citada información a las nombradas compañías.
Diferentes fuentes CNMC informan que esta nueva petición de información demorará el cierre del expediente, que de haber cumplido con el plazo máximo preceptivo (18 meses) tendría que haber concluido a principios del 2015. Pero el proceso se alargará algo más, porque la CNMC quiere investigar en profundidad las cuentas y las cifras de negocio de las petroleras actualizadas en 2014, sus procedimientos a la hora de fijar los precios finales de sus gasolineras y cómo consiguen aumentar los márgenes brutos por cada litro vendido.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, dio un toque de atención a las compañías, al instarles a trasladar al consumidor la caída del crudo en lugar de destinar esta brecha a «aumentar sus margenes de beneficios «.
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