El avance imparable de la inteligencia artificial está generando una creciente demanda de energía a nivel mundial, lo que ha revitalizado la industria de las turbinas de gas. Este sector, que se creía en declive, se ve ahora desbordado por la necesidad de abastecer de energía a los centros de datos, que son fundamentales para el funcionamiento de la IA. La fiebre por el gas ha alcanzado proporciones globales, con empresas compitiendo por asegurar el suministro de este recurso vital para mantener en marcha la revolución tecnológica que estamos viviendo. La interconexión entre la inteligencia artificial y la industria energética se ha convertido en un fenómeno que despierta gran interés y que plantea desafíos importantes en términos de sostenibilidad y eficiencia energética. La carrera por satisfacer la creciente demanda de energía impulsada por la IA continuará siendo uno de los principales retos a los que se enfrentará la sociedad en los próximos años.
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