El plus por hijo, una prestación que inicialmente fue diseñada para apoyar a las madres solteras y familias monoparentales, ha perdido su sentido original al ser cobrado por casi todos los padres, según revelan datos recientes. Esta tendencia ha generado una ampliación de la brecha de género, ya que el número de hombres que reciben este beneficio se ha duplicado desde una reciente sentencia.
El objetivo inicial de esta ayuda económica era brindar un soporte adicional a las mujeres que se hacían cargo de la crianza de sus hijos solas, sin embargo, la situación actual refleja un cambio significativo en la percepción y aplicación de esta medida. A medida que más padres reclaman el plus por hijo, se plantea la necesidad de revisar y ajustar las políticas de asistencia social para garantizar que realmente lleguen a quienes más lo necesitan.
La ampliación de la brecha de género en el acceso a estas ayudas económicas pone de manifiesto la importancia de una revisión exhaustiva de las políticas de género y familia en el ámbito social. Es fundamental garantizar la equidad y la justicia en la distribución de recursos destinados a la crianza y el cuidado de los hijos, evitando que se desvirtúen los objetivos originales de estas prestaciones.