La Organización Mundial de la Salud ha emitido un comunicado en el que establece que una temperatura mínima de 18 grados es crucial para prevenir enfermedades respiratorias y cardiovasculares durante la temporada de invierno en el hogar. Esta recomendación se basa en estudios que demuestran que mantener una temperatura adecuada en el interior de las viviendas puede contribuir significativamente a la salud de sus habitantes.
Según la OMS, el frío extremo dentro de las casas puede aumentar el riesgo de padecer problemas de salud, especialmente en grupos vulnerables como niños, personas mayores y enfermos crónicos. Por lo tanto, es fundamental garantizar una temperatura mínima de 18 grados para proteger la salud de toda la familia.
Esta nueva directriz de la OMS resalta la importancia de mantener un ambiente cálido y seguro en el hogar, no solo como medida de confort, sino como una estrategia efectiva para prevenir enfermedades relacionadas con el frío. Es responsabilidad de todos asegurar que nuestras viviendas cuenten con la temperatura adecuada para cuidar de nuestra salud y bienestar durante la temporada invernal.
0
0