El apagado de sistemas de localización en buques que transportan petróleo ruso se convierte en un negocio oculto de miles de millones de dólares, desafiando los controles del G7 y la tecnología satelital. Descubre cómo los ‘barcos oscuros’ desaparecen del radar y manipulan sus ubicaciones, poniendo en riesgo la transparencia en el comercio de petróleo y desafiando las regulaciones internacionales.
El apagado del sistema de localización se ha convertido en una práctica cada vez más común entre los buques que transportan petróleo ruso, y su objetivo principal es eludir los controles impuestos por el G7 al crudo proveniente del Kremlin después del inicio de la guerra en Ucrania. Esta estratagema ha dado lugar a un negocio oculto que podría estar generando miles de millones de dólares en ganancias ilícitas.
Estos buques son conocidos como ‘barcos oscuros’ debido a que literalmente desaparecen del radar o emiten ubicaciones falsas con el fin de confundir los sistemas de localización. Esto les permite llevar a cabo una serie de actividades ilícitas, siendo la más destacada el comercio ilegal de petróleo ruso, que tiene un precio fijado en 60 dólares por barril como máximo.
La tecnología satelital representa una amenaza para este «truco» utilizado por los ‘barcos oscuros’, ya que podría revelar sus actividades ilícitas al rastrear el petróleo y su origen. Según las regulaciones de la Organización Marítima Internacional, estos buques deben estar equipados con sistemas de identificación automática (AIS) y deben transmitir su ubicación como una medida de seguridad para evitar colisiones. Sin embargo, la empresa de tecnología marítima Windward ha observado un aumento en los casos en los que estos buques desaparecen del radar o falsifican su ubicación real.
En el primer semestre del año, los datos de Windward mostraron un aumento interanual del 12% en la manipulación de la ubicación entre petroleros y buques que transportan carga seca, como granos o cereales.
El límite de 60 dólares por barril de petróleo ruso impuesto por el G7 se estableció para limitar los ingresos que el Kremlin podría obtener de estas actividades ilícitas, que podrían involucrar decenas de miles de millones de dólares. Según un portavoz de Windward, la compañía estima que solo el año pasado se movieron alrededor de 48.000 millones de dólares a través de estas operaciones fraudulentas. Según sus registros, se identificaron más de 1.100 petroleros asociados con Rusia que apagaron o manipularon su AIS. Si se considera que «500 buques pueden transportar 800 millones de barriles, a 60 dólares por barril la cifra asciende a 48 mil millones», y esto es calculando sobre el precio máximo permitido.
Desde el inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el número de ‘buques oscuros’ ha aumentado en áreas como el Mar de Alborán, al norte de Marruecos, y en aguas cercanas a Venezuela. Estas ubicaciones, junto con el menor peso registrado por los buques al «reaparecer» en el radar (la tecnología también mide el calado de las embarcaciones), respaldan la idea de un aumento en el contrabando.
Pero, ¿cómo logran manipular el sistema de localización? La forma más simple (y menos sutil) es apagar el transpondedor AIS, que es el dispositivo que emite la señal de ubicación, durante un período de tiempo. Sin embargo, las técnicas pueden ser más sofisticadas y están al alcance en internet. Algunos buques agregan un dispositivo entre los datos del sistema global de navegación por satélite (GNSS) y el transpondedor para hacer que parezca que el barco está siguiendo una ruta cuando en realidad se desplaza en una dirección diferente. Otros «piratean» el software para que el sistema informe una latitud y longitud que no cambia, a pesar de que la embarcación se está moviendo.
En abril, la OFAC, el organismo del Departamento del Tesoro de Estados Unidos encargado de hacer cumplir las sanciones, emitió una alerta sobre una «posible evasión del límite de precios del petróleo ruso» a través de la falsificación del AIS, entre otras tácticas. Esto subraya la seriedad del problema y la necesidad de abordarlo de manera efectiva para prevenir actividades ilícitas y mantener la transparencia en el comercio de petróleo.
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