Un duro golpe para la economía española se ha materializado con la decisión de Mubadala y Carlyle de congelar una inversión de 3.000 millones de euros en Cepsa debido a lo que se ha denominado «impuestazo». El emblemático proyecto del Valle Andaluz del Hidrógeno, presentado por el presidente Pedro Sánchez como clave para España, se ve paralizado tras la reunión del consejo de Cepsa, en la que se acordó detener la iniciativa. Esta noticia ha generado preocupación en el sector energético y ha puesto en evidencia la fragilidad de la economía española en un contexto global de incertidumbre. Las consecuencias de esta decisión podrían tener un impacto significativo en la creación de empleo y el desarrollo sostenible del país. La incertidumbre y la inestabilidad generadas por esta situación plantean un desafío para el gobierno y para el sector empresarial en un momento crucial para la recuperación económica.
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