La presión de la armada griega impulsa a los comerciantes de crudo ruso a buscar nuevos puntos en el Mediterráneo para continuar sus operaciones.
Desde principios de 2023, los comerciantes de petróleo ruso han empezado a utilizar las aguas frente a Melilla para transferir crudo de un barco a otro, evadiendo así las sanciones internacionales. Esta práctica se ha intensificado debido a las maniobras militares de la armada griega, que han forzado a los rusos a buscar nuevas áreas para continuar con sus actividades.
Rusia ha estado usando una táctica conocida: transferir petróleo desde barcos más pequeños, llamados Aframax, a petroleros de mayor tamaño fuera de las aguas territoriales. Esta maniobra facilita el envío del crudo a China, Turquía e India, que representan el 87% de las exportaciones de petróleo ruso desde los Urales en febrero. Los Aframax, con una capacidad de transporte de 700,000 barriles, se encuentran con los grandes petroleros más allá de las 12 millas náuticas (unos 20 kilómetros) de las aguas territoriales.
Anteriormente, Rusia utilizaba las aguas cercanas a Grecia y Ceuta para estas transferencias, convirtiendo esas zonas en puntos estratégicos para esquivar las sanciones. Sin embargo, el Gobierno español reforzó la legislación en su zona económica exclusiva (hasta 200 millas náuticas desde la costa), lo que llevó a Rusia a trasladar sus operaciones a las aguas alrededor de las Islas Canarias. Las sanciones de la Unión Europea y el G7, que impiden a cualquier barco sospechoso de violar el límite de precio del petróleo ruso (60 dólares por barril) recibir servicios en puertos europeos o contratar seguros con empresas del continente, no han sido suficientes para detener estas actividades.
Bloomberg informa que, a pesar de los esfuerzos por detener estas transferencias cerca de Ceuta, los petroleros rusos continúan con sus operaciones. Según los datos de tráfico marítimo, se están llevando a cabo transferencias de crudo desde barcos Aframax a petroleros de mayor tamaño cerca de la ciudad marroquí de Nador.
En el último mes, las maniobras militares griegas en las áreas donde los rusos solían realizar estas transferencias han llevado a un cambio de ubicación. Ahora, las operaciones se realizan cerca de Melilla, lo que podría motivar a Madrid a tomar medidas similares a las implementadas para detener las transferencias en Ceuta.
Es la primera vez que se utiliza esta ubicación para tales operaciones. El petrolero Rolin ha estado recibiendo crudo del Aframax Serendi, mientras que otros dos Aframax, el Ocean AMZ y el Sea Fidelity, también se han sumado a la zona. Estos tres barcos más pequeños cargaron aproximadamente 730,000 barriles de petróleo tipo Ural en el puerto ruso de Primorsk el mes pasado.
Así, las aguas frente a Marruecos y Melilla se convierten en una nueva pieza clave en la estrategia rusa para evadir sanciones. La Organización Marítima Internacional y la agencia de la ONU que regula el transporte marítimo han calificado las transferencias de carga en alta mar como una “práctica peligrosa”.