La industria petrolera está preocupada por el crecimiento explosivo de Tesla, que este año superó a Ford y a General Motors como la automotriz más valiosa de Estados Unidos.
Tesla literalmente no puede fabricar su auto Model 3 —dirigido al mercado masivo— lo suficientemente rápido para satisfacer la enorme demanda de coches eléctricos. El impresionante ascenso de Tesla —y la creciente popularidad de los vehículos eléctricos a nivel general— plantea un problema flagrante para la industria petrolera.
Considera que casi la mitad (45%) del apetito masivo de Estados Unidos por petróleo crudo proviene de los vehículos de pasajeros. Eso significa que cada Tesla o Chevy Bolt vendido elimina uno de los mejores y más confiables clientes de las grandes petroleras.
Todo esto, combinado con los grandes avances en automóviles de bajo consumo, ha llevado a los ejecutivos petroleros a contemplar lo que antes era impensable: la demanda mundial de petróleo podría alcanzar un pico.
“Veremos un pico en el petróleo. La pregunta es: ¿cuándo?, dijo Brian Youngberg, analista de energía de Edward Jones.
Es innegable que los autos eléctricos tienen un impulso serio. El número de vehículos eléctricos superó los 2 millones en 2016, según un informe de la Agencia Internacional de Energía, publicado este miércoles. Y los principales fabricantes de automóviles como Volkswagen, Ford y Honda han anunciado metas ambiciosas para vender más y más autos eléctricos.
Pero, ¿cuántas personas conoces que posean un auto eléctrico? Probablemente no muchas.
Los vehículos eléctricos representaron solo el 0.2% del total de vehículos ligeros en carretera en 2016, dijo la Agencia Internacional de Energía (AIE). El crecimiento al rojo vivo también se ha enfriado un poco. El año pasado fue la primera vez desde 2010 que el crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos se hundieron por debajo de 50%.