Durante el día de hoy, el petróleo y el gas se han disparado tras la orden de Vladimir Putin, presidente ruso, de movilizar 300.000 revistas para mantener así ocupados los territorios en Ucrania. El Brent, barril de petróleo referente en Europa, sube en un 2,5%, mientras que el gas holandés progresa un 5%.
En un mensaje televisivo a la nación, Putin ha proclamado una «movilización parcial» donde además ha acusado a Occidente de buscar la destrucción de Rusia. Esta medida entra en vigor desde ya, con el fin de defender la soberanía y la integridad territorial del país, añadió.
«El decreto de movilización parcial contempla medidas adicionales para cumplimiento de los pedidos a la industria militar» afirmó Putin, quien también explicó que solo serán llamados a filas quienes hayan cumplido con el servicio militar obligatorio.
Reitero que la decisión de lanzar una «operación militar preventiva (en Ucrania) fue absolutamente necesaria y la única posible» puesto que el ataque ucraniano contra el Donbás era inevitable.
De forma paralela, la tensión crece en Ucrania anteriormente a la decisión tomada por la Reserva Federal sobre la política monetaria. Se espera también que el banco central suba el tipo de interés en 75 puntos básicos durante el miércoles, y además que ponga cifras al «dolor» del que ha puesto en sobre aviso cuando publique las nuevas proyecciones económicas.
Debido a la decisión tomada sobre el crudo, a partir del mes de octubre sufrirá su primera pérdida trimestral en más de dos años, lo que ha surgido por el miedo a la desaceleración económica mundial, ya que su peso recae sobre la demanda energética. La decisión de la Fed la continuarán otros bancos centrales, desde Europa hasta Asia, donde también se espera el aumento de los costes de los préstamos.
Charu Chanana, estratega de mercado de Saxo Capital Markets y Presidente en Singapur, afirma que «si la Reserva Federal vuelve a sorprender esta semana con su postura de halcón, podría suponer una nueva caída de los precios del petróleo, podría significar una mayor caída de los precios del petróleo».
«A medio plazo, se espera que la demanda de petróleo siga siendo fuente de un invierno duro en Europa podría significar un cambio de gas a petróleo de gas a petróleo, mientras que las tensiones entre Rusia y Ucrania también van en aumento», añadió.