Durante el año 2011 y tras el accidente de la central japonesa de Fukushima, la canciller Angela Merkel decidió abandonar por completo el uso de la energía nuclear. Hace tan solo unos meses, Alemania seguía manteniéndose en esa misma decisión, pero con la posibilidad de acceder a ello si existiera alguna amenaza.
Es lo que justo ha llegado al caso, el Gobierno de socialdemócratas, verdes y liberales se han visto obligados a hacer dicha irregularidad, donde dos de los tres reactores se mantendrán en funcionamiento hasta mediados de abril.
Este resultado, es debido a la realización de un “test de estrés” por cuatro operadores de la red eléctrica alemana, el cual se ha visto en la necesidad de realizar Berlín para poder ver cómo se encuentra preparada ante los diferentes escenarios de restricción energética.
Según afirmaba Habeck, responsable de un partido de la oposición de la energía nuclear, la ayuda de dos reactores podría suponer la estabilidad de la red en el sur de Alemania. Y, la tercera planta en Baja Sajonia, compondrá esta reserva y cerrará a finales del año.
Por otro lado, “los datos que nos llegan de Francia sugieren que tenemos que recurrir a la reserva” indicó el ministro verde en una comparecencia en Berlín el martes, a lo que además añadió que “los operadores harán todos los preparativos necesarios para que las centrales nucleares del sur de Alemania produzcan electricidad en invierno y más allá de fin de año, naturalmente respetando las normas de seguridad”. Es por lo que el análisis de la situación no permite a Alemania prescindir de las mismas.
Francia, se ha visto en la obligación de parar la mitad de sus reactores, por la corrosión de las tuberías y las tareas de mantenimiento. Al final, el país se está dedicando a importar en vez de exportar electricidad. Por lo que al final la energía francesa ayudaba a la seguridad del suministro en Alemania, pero ahora mismo no puede contar con ella.
Y es que aunque la población alemana se opone a la energía atómica, después de la invasión de Rusia a Ucrania y la crisis energética, han conllevado a un cambio de opinión. Para llegar a esta conclusión, se realizó una encuesta pública y sorprendentemente el 41% opina que se debían construir nuevas plantas. En el Bundestag, el parque nuclear alemán ha sido motivo de polémica. Mientras que los conservadores, en la oposición, demandan al Ejecutivo de Scholz continúe con las tres centrales todavía operativas.
Habeck confirmó “Me gustaría volver a recordar que en el debate alemán a veces se da la impresión de que con dos centrales nucleares en marcha nos libraríamos de todos nuestros problemas. Esto no es en absoluto el caso”, por lo que explicó de qué que la red es de entre 4 y 8 gigavatios y las centrales aportan 0,5, lo que significa “que necesitamos más medidas de equilibrio de la carga, conservación y uso flexible de la energía”.