Regularmente, durante estos meses antes de que llegue el invierno es cuando los diferentes países hacen una provisión de fuentes de energía para poder sobrellevarlo. Es decir, llenan las cisternas para poder disponer de ellas durante los próximos meses que nos esperan.
Pero, actualmente vivimos con la incertidumbre por un invierno incierto, dado las limitaciones que existen de suministro tanto con el gas como con el gasóleo.
Durante los meses de invierno el combustible está cotizando con un descuento en el contrato de futuros del diésel del mes de agosto. Está variante, es conocida como blackwardation, cuando el precio actual de petróleo físico es más alto que los precios que se negocian en el mercado de futuros.
Lo que al final puede suponer que a corto plazo exista un déficit de gasoil en el mercado, lo que provoca inseguridad a la hora de llenar de combustible los tanques de almacenamiento.
En presencia del actual panorama, tanto Alemania como Austria, Suiza y Hungría liberarán sus reservas de petróleo durante los próximos meses para afrontar la escasez. Según un estudio realizado por la consultora Wood Mackenzie, este hecho se debe a que las reservas de diésel en la región llegarán a disminuir este noviembre al nivel más bajo desde 2011.
Además de todos estos factores, hay que tener en cuenta que todo ello sobre todo son consecuencias de la invasión de Ucrania por Rusia, de lo que no hay previsión de una solución a corto plazo. Es por lo que, Europa tiene que recibir cargas del extranjero.
Esta escasez podrá transformarse en un problema sobre todo de cara al año que viene, de cara a que entre en vigor la prohibición impuesta por la Unión Europea en la que prohíba las importaciones marítimas de Rusia como sanción, en estos momentos es el mayor proveedor externo del continente.
Esto, solo forma parte de una crisis energética que engloba más, como los precios elevados del gas natural, electricidad y al final lo que han generado es una inflación.
Por otro lado, Antonio Turiel, licenciado en Física y Matemáticas y doctor en Física Teórica por la Universidad Autónoma de Madrid y actualmente trabajador en el Centro Superior de Investigaciones Científicas, está convencido de que si se están acabando las reservas de diésel.
Él mismo, asegura que lleva años anticipando una crisis energética a nivel mundial, además prevé que el mundo se enfrenta a una escasez inminente de diésel, y se justifica con que ahora mismo los inventarios del diésel en el mundo se encuentran a mínimos históricos. También adelantó que las compañías petroleras no podrán ganar dinero con el negocio.
Fue durante 2011 y 2014, cuando las 127 empresas petroleras y gasísticas más importantes perdieron aproximadamente 110.000 millones de euros por año. Es por lo que disminuyeron la inversión entre un 60% y 90%, dejando de extraer desde el 2014 y llegando al pico de producción en 2018.
En estos momentos, las grandes potencias que son Estados Unidos y China están abarcando la producción, es por lo que el futuro de Europa es dudoso.