El futuro 5 de diciembre, es decir en menos de un mes, será la fecha límite para adquirir petróleo ruso en la Unión Europea. La incautación se producirá en el crudo que entre por barco, mientras que el recibido por oleoducto seguirá permitiéndose su entrada.
Gibson Shipbrokers, casa de corretaje marítimo internacional, afirma que este hecho supondrá un nuevo escenario donde afectará al transporte mundial de petróleo. En otras palabras, más de la mitad de los petroleros que se han dedicado a transportar este producto dejarán de navegar desde Rusia cuando entre en vigencia la prohibición. “Las propietarias de los petroleros se verán obligadas a elegir un lado” y determinar en qué mercado llevarán a cabo en el futuro.
Conforme a el análisis de mercado de Gibson “antes del 5 de diciembre, se espera que muchas empresas que comercian con Rusia se retiren para garantizar que toda la carga rusa a bordo haya sido despachada al final del plazo y regresen al comercio fuera de Rusia”.
“Tenemos que ver qué nos depara el 5 de diciembre, pero parece que será un mercado bastante más volátil probablemente durante algún tiempo”, expresó el mes pasado Ben Van Beurden, director general del gigante energético Shell. Transformado en números, un total de 366 petroleros han cargado petróleo en los puertos rusos durante los últimos seis meses, para cargar al máximo y disponer de reservas antes de la llegada fecha límite.
Todo ello, se va a llevar a cabo para castigar a Rusia por la invasión de Ucrania, disminuyendo alrededor del 90% de las importaciones de crudo ruso a la UE. La prohibición pendiente comprende los cargamentos transportados por barco, no obstante, no implica el petróleo transportado por oleoducto.
La complicación, es que más del 55% de esos buques son controlados por la UE, los países del G7 o sus aliados. Lo que se traduce en que al menos 200 petroleros dejen de navegar con petróleo ruso cuando entre en vigor el embargo.
“Es razonable suponer que habrá tonelaje suficiente para transportar el petróleo ruso al mercado, específicamente dado que los barriles que se comercializan actualmente en Europa se desviarán a rutas más largas” incluyó Gibson.
De acuerdo con el análisis, petroleros de otros países ya se encuentran interesados en aprovechar ese vacío, a lo que añade, puede ser difícil “actuar con eficacia” cuando estén afectados por las sanciones europeas.
“Los comerciantes de petróleo de Irán y Venezuela nos han enseñado que los barriles sancionados a menudo tienen que pasar por múltiples transferencias de barcos antes de llegar a su destino final” determinó Gibson.
Aunque el proceso viene de meses atrás, con el pronóstico de las sanciones ya conocidas, el comercio de crudo por barco está empezando a moverse. Por ahora, Asia entregó 4,4 millones de toneladas de productos de petróleo refinado a la UE en octubre. Lo que supone más del doble en relación con la media de los últimos meses, de acuerdo con Bimco, una de las mayores asociaciones internacionales de transporte marítimo.
Por consiguiente, Asia junto con Arabia Saudí, ha aventajado a Rusia, entregando 3 millones aproximadamente de productos petrolíferos a la Unión Europea en el mes de septiembre y octubre. A continuación, se encuentra India, China y Corea del Sur. Aunque, actualmente Rusia continúa siendo el mayor proveedor de crudo de la UE, incluso creciendo un 10% respecto al año pasado.
Por ejemplo, a comienzos del mes de septiembre, Europa ha importado alrededor de un millón de barriles diarios, de acuerdo con un análisis realizado por Bloomberg basado en datos de seguimiento de buques.
Lo cual debe modificarse, la Unión Europea necesita nuevos vendedores y Rusia nuevos compradores. A comienzos de febrero de 2023 esta situación debe revertirse al menos en un 35% de sus productos de petróleo refinado, mientras que Rusia debe encontrar el 60% para sus exportaciones.
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