A causa de la apertura del mayor importador de energía del mundo, las exportaciones rusas de crudo y fueloil con descuento a China han crecido a niveles récord, tras el desmantelamiento de las políticas de Covid-cero. Además, es reseñable el notable descuento al que Rusia está vendiendo su crudo a Pekín.
El tráfico de crudo y condensados del mes pasado fueron los más altos desde la invasión de Ucrania hace un año y superaron el récord que se instauró en abril de 2020, según la firma de inteligencia de datos Kpler. También, las exportaciones de fueloil lograron su máximo histórico. Estas compras están ayudando a continuar con la economía de Rusia, que está aguantando más de lo esperado.
La ola de compras seguramente estuvo respaldada por las refinerías privadas, aunque los procesadores estatales están mostrando más interés en el crudo ruso en las últimas semanas.
Por su parte, China, está luchando para continuar siendo el mayor comprador de crudo ruso, luego de que la guerra en Ucrania remodelara los flujos energéticos globales. Moscú está teniendo que ofrecer descuentos para llamar la atención de un grupo reducido de clientes, unos descuentos que por el momento están siendo bien recibidos por los compradores asiáticos que intentan controlar la inflación.
Occidente pretende privar al Kremlin de los ingresos por materias primas para financiar su guerra contra Ucrania, pero también le fascinaría controlar los precios mundiales del petróleo para que no se transformen en un problema para las economías importadoras de crudo.
La determinación final fue exigir un embargo al crudo ruso por mar y un tope de precio del crudo y los derivados de origen ruso que comercien otros países. Esto ha aminorado sobremanera el elenco de clientes para vender su crudo a precio de mercado. Las empresas rusas están obsequiando con descuentos de hasta 30 dólares por barril de crudo de Urales. Para otras referencias de crudo ruso, el descuento es menor.
Por su parte, las exportaciones totales de crudo y fueloil de Rusia a China consiguieron los 1,66 millones de barriles por día el mes pasado, conforme a los datos de Kpler al 20 de febrero. Este dato rebasa el récord anterior establecido en abril de 2020 cuando la nación asiática estaba saliendo de las primeras políticas de Covid-cero que impulso.
El crecimiento en las compras chinas es una clara evidencia de que la recuperación económica del país se está agilizando, lo que debería ayudar a empujar los precios mundiales del petróleo. La Agencia Internacional de Energía refirió la semana pasada a China como el gran ‘culpable’ del incremento de sus predicciones de demanda.
Los cargamentos enviados desde los puertos occidentales de Rusia pueden tardar más de seis semanas en ir a China, en tanto que los barriles enviados desde el Lejano Oriente suelen llegar el mismo mes.
Por el momento, estos largos trayectos están desembocando en un aumento de los fletes y en ciertos problemas para Rusia para exportar todo el petróleo que produce. Los barcos están varias semanas yendo y viniendo de Asia, por lo que la cuantía que se puede enviar en un periodo de tiempo determinado es menor que antes, cuando el crudo viajaba de Rusia a Europa.
0
0