Navegando entre expectativas y críticas: el contenido ambiguo del borrador presentado por Emiratos Árabes Unidos.
La presidencia de la COP28, liderada por Emiratos Árabes Unidos, ha desvelado un borrador de conclusiones de la Cumbre del Clima, generando expectativas y críticas. En este documento, se esboza un horizonte vago hacia la reducción de los combustibles fósiles, en contraste con las demandas más estrictas de la Unión Europea y otros países, incluyendo España. La propuesta presenta un «menú de opciones» que, según Greenpeace y otros países afectados, carece de la urgencia necesaria para abordar la crisis climática.
En el contexto de las negociaciones que han tenido lugar en Dubái desde finales de noviembre, se aguardaba con impaciencia este documento, ya que sienta las bases para las conclusiones finales de la Cumbre del Clima. Sin embargo, la posición de Emiratos, como productor de combustibles fósiles, se refleja en el borrador, mostrando ambigüedad en cuanto al abandono inminente del petróleo y el gas.
El documento reconoce la necesidad de una «reducción profunda, rápida y sostenible de gases de efecto invernadero» y aboga por acciones voluntarias, destacando la «reducción rápida» del carbón no capturable. Para el gas y el petróleo, propone una reducción «ordenada» y «justa» hacia el objetivo de cero neto en 2050, alineándose «con la ciencia».
En cuanto a las medidas para reducir las emisiones, el borrador incluye reclamos de países industrializados, como España, relacionados con la instalación de renovables y la eficiencia energética. Sin embargo, la falta de precisiones sobre la eliminación de subsidios a los combustibles fósiles y las fechas concretas para las acciones propuestas ha generado críticas.
El texto también aborda el controvertido tema del pico de emisiones, proponiendo un objetivo de cero neto alrededor de 2050, pero sin establecer fechas precisas, lo cual contrasta con las demandas de la Alianza Más Allá del Gas y del Petróleo, que abogan por una «eliminación global» de combustibles fósiles no más tarde de 2050 y un pico de emisiones en 2025.
Las reacciones al borrador han sido mixtas. Mientras algunos países expresan su insatisfacción, Greenpeace lo califica como un «absoluto desastre» que no refleja la urgencia de abandonar los combustibles fósiles. La COP28 entra en su fase final con intensas negociaciones políticas, donde la Unión Europea busca un acuerdo ambicioso mientras enfrenta críticas y desafíos para abordar eficazmente la crisis climática.