Desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania, el país ha enfrentado una serie de ataques devastadores contra su red eléctrica, con el objetivo de dejar a gran parte del territorio ucraniano sin suministro eléctrico. Moscú ha bombardeado centrales eléctricas, presas hidroeléctricas y subestaciones, incluso tomando el control de la central nuclear de Zaporiyia, la más grande del país. Este escenario ha obligado a Ucrania a reconsiderar su dependencia de los combustibles fósiles y apostar decididamente por las energías renovables.
Según Alexandr Kharchenko, director del Centro de Investigaciones de Energía de Ucrania, más del 50% de la infraestructura de generación y distribución eléctrica ha sido dañada durante el conflicto, lo que ha generado una urgente necesidad de reconstrucción y diversificación energética. En respuesta, Ucrania está priorizando la expansión de su capacidad de energía renovable, especialmente la eólica y solar, que ofrecen una mayor resistencia a los ataques en comparación con las infraestructuras convencionales.
Dmytro Sakharuk, director ejecutivo de DTEK, una importante empresa energética en Ucrania, destaca la importancia de esta transición hacia las energías renovables para garantizar la seguridad energética del país en tiempos de conflicto. La dispersión geográfica de las instalaciones renovables las hace menos susceptibles a ataques focalizados, lo que contribuye a fortalecer la resiliencia del sistema energético ucraniano.
Sin embargo, la reconstrucción y mantenimiento de la infraestructura eléctrica en medio del conflicto no ha sido sin desafíos. Los trabajadores de las compañías energéticas enfrentan peligros constantes, con numerosas bajas registradas durante los intentos de reparación de las instalaciones dañadas. A pesar de los riesgos, estos trabajadores han demostrado una notable determinación para restaurar el suministro eléctrico a comunidades afectadas.
Aunque la situación ha mejorado en comparación con el invierno anterior, con menos problemas de suministro eléctrico gracias a la mejor preparación y ayuda externa, las regiones cercanas al frente siguen enfrentando dificultades significativas. Los ataques continuos en áreas como Krivi Ric han dejado a miles de personas sin electricidad, agravando las condiciones en una región ya afectada por el conflicto.
A pesar de estos desafíos, Ucrania sigue avanzando hacia un futuro energético más seguro y sostenible, buscando reducir su vulnerabilidad ante posibles ataques futuros mientras trabaja para reconstruir y fortalecer su infraestructura eléctrica en medio de un conflicto en curso.