El precio medio de los carburantes sigue su tendencia alcista por sexta semana consecutiva, con un encarecimiento acumulado del 10.3% durante el verano de 2023. La gasolina alcanza niveles máximos en el año, generando preocupaciones sobre la inflación. Estos aumentos coinciden con un período de alto tráfico por el puente de agosto y plantean desafíos financieros para los conductores. A pesar de los repuntes, los precios en España aún se mantienen por debajo de la media europea. Aquí exploramos los factores detrás de esta tendencia y su impacto en los bolsillos de los ciudadanos.
El precio promedio de los combustibles ha aumentado por sexta semana consecutiva, resultando en un incremento acumulado de hasta un 10.3% durante el transcurso del verano. Este aumento constante ha llevado a que el costo de la gasolina alcance sus niveles máximos en lo que va del año 2023, lo cual tendrá implicaciones en la tasa de inflación. Este reciente incremento coincidió con una semana en la que se esperaban alrededor de 8.5 millones de desplazamientos por carretera debido a la operación especial por el puente de agosto, según estimaciones de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Específicamente, el precio de la gasolina ha aumentado un 0.71% en comparación con la semana anterior, alcanzando los 1.692 euros por litro, su nivel más alto desde finales de noviembre. Es importante mencionar que en ese entonces estaba vigente una subvención de 20 céntimos por litro implementada por el Gobierno debido a la crisis generada por el conflicto en Ucrania. Además, este nivel de 1.692 euros por litro representa un aumento del 6.28% desde principios de julio.
Por otro lado, el precio promedio del diésel también ha experimentado su sexta semana consecutiva de incremento (+2.19%), llegando a los 1.586 euros por litro. Este valor no se registraba desde mediados del mes de marzo del año pasado. Desde principios de julio, cuando comenzó esta tendencia alcista en los precios de los combustibles, el precio promedio del litro de diésel ha aumentado un 10.3%.
Estos aumentos han consolidado los precios de ambos combustibles significativamente por encima de los niveles previos al estallido del conflicto en Ucrania. Sin embargo, es importante señalar que aún están lejos de los máximos alcanzados hace más de un año, cuando la gasolina llegó a los 2.141 euros y el diésel a los 2.1 euros en julio.
Para contextualizar el impacto en los consumidores, el llenado de un depósito promedio de 55 litros de diésel ahora cuesta alrededor de 87.33 euros, en comparación con los 88.33 euros del año anterior, incluyendo el descuento de 20 céntimos por litro que se aplicaba entonces. En el caso de la gasolina, llenar un depósito similar cuesta alrededor de 93.06 euros, lo que supone un aumento de 5.23 euros en comparación con el mismo período del año anterior.
Es relevante mencionar que el precio del diésel ha estado por debajo del precio de la gasolina durante 26 semanas consecutivas. Esto contrasta con la situación previa a la invasión rusa en Ucrania, donde el diésel había sido más caro que la gasolina de manera continua desde agosto de 2022 hasta mediados de febrero del presente año.
El precio de los combustibles está influenciado por diversos factores, como la cotización específica de los mismos (independiente del precio del petróleo), la evolución del crudo, los impuestos, los costos de materia prima y logística, así como los márgenes brutos. Es importante destacar que las fluctuaciones en la cotización del petróleo no se traducen directamente en los precios de los combustibles de manera inmediata, sino que hay un período de tiempo en el cual se reflejan estos cambios.
Finalmente, a pesar de estos aumentos, los precios de la gasolina y el diésel en España se mantienen por debajo de la media de la Unión Europea y de la eurozona, en lo que respecta tanto a la gasolina sin plomo de 95 como al diésel.