El Gobierno reincide en la campaña publicitaria que sacó a licitación el verano pasado, con el fin de promocionar el ahorro energético y concienciar así a la ciudadanía sobre este asunto, en plena crisis energética por la Guerra en Ucrania.
Dicha campaña es proyectada por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), anejo al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, apuesta por el concepto de los “derrochólicos” en clave de humor, la campaña publicitaria dice “de malgastar energía también se sale”.
“Me llamo Pablo y soy derrochólico. Siempre pongo la calefacción al máximo y luego voy por casa en calzoncillos”, así afirma uno de los actores del spot, imitando una reunión de Alcohólicos Anónimos. Otra actriz va siempre en coche a por pan y declara “y apuro mucho las marchas”. Y, otro ejemplo de otro derrochólico es que se niega a poner placas de autoconsumo.
Todos los detalles de la campaña se encuentran disponibles en la página web del ministerio, además incluye información relacionada con el transporte y movilidad, autoconsumo o rehabilitación energética, o un test para que el ciudadano conozca hasta donde llega su derroche de energía.
Entre todo lo anterior mencionado, se encuentra un mapa que promociona las ayudas existentes en las diferentes Comunidades Autónomas para autoconsumo, rehabilitación o movilidad sostenible. O también, un “decálogo antiderrochólico” con consejos para ahorrar energía como perseverar una temperatura de 19º C, consumir lámparas LED, poner la lavadora o lavavajillas en su máxima capacidad y usar el transporte público, entre otras.
De igual forma, se añaden enlaces a las ayudas disponibles en el Plan de Recuperación y al Servicio de Información a la Ciudadanía en Eficiencia Energética y Energías Renovables (SICER) que gestiona el IDEA.
“Aunque tú puedas pagarlo, España no” es el lema de la crisis energética de los 70, en este caso apuesta por un tono menos lúgubre que el de esos spots de la crisis de petróleo.
Y es que al final lo que busca esta campaña según indica el pliego “debe concienciar sobre el momento delicado que vivimos y la necesidad de que todos los ciudadanos contribuyan con su acción individual”. Busca sensibilizar sobre la obligación que tenemos como ciudadanos de ahorrar energía e incluir medidas de eficiencia energética en todos los entornos y rutinas del día, promover el autoconsumo o rehabilitación.
La iniciativa se define en el despliegue del Plan de Recuperación, en el cual la IDEA tiene un rol principal. Sin embargo, como mencionaba la documentación del expediente, asimismo “se enmarca en la compleja coyuntura que atraviesan los mercados energéticos” producido por la guerra en Ucrania, aunque “la guerra solo subyacerá a la campaña, sin formar parte del relato”.
Entre las proposiciones de la campaña se encuentra acelerar la transición energética para reforzar la autonomía estratégica del país y fomentar la disminución del consumo de energía en los usos con mayor demanda, priorizando los mensajes que impulsen un cambio en las conductas.
El presupuesto máximo era de 312.000 euros (más IVA) para el diseño, estrategia, creatividad, producción y estudio de resultados, lo que al final se tradujo en un importe de 291.482,92 euros (IVA incluido).
Luego, la compra en medios de comunicación disponía de 5,67 millones máximo, no formaba parte de este procedimiento. El trabajo se puso en funcionamiento en junio, anterior al acuerdo de España con Bruselas de reducir un 7% de su consumo de gas ruso durante este año y marzo de 2023, frente al 15% que solicitaba la UE, por la inseguridad de un corte de suministro de gas ruso.
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