La creciente producción de petróleo en China plantea desafíos para la OPEP+

La creciente producción de petróleo en China plantea desafíos para la OPEP+

Read Time:6 Minute, 0 Second

China se posiciona como un importante productor de petróleo, desafiando las estrategias de la OPEP+ y afectando los precios globales.

El mercado global del petróleo enfrenta un desafío significativo que podría ser el golpe final para la desesperada OPEP+ en su intento de controlar los precios. El cártel de productores de petróleo, encabezado por Arabia Saudita, se esfuerza por reducir la producción mientras los precios siguen a la baja debido a la disminución de la demanda causada por el aumento de las tasas de interés a nivel mundial, el incremento de los inventarios en Estados Unidos y el aumento de la producción de Irán, Venezuela y Rusia, su socio en la OPEP+, a pesar de las sanciones occidentales. En lo que va de 2023, el barril de petróleo Brent, utilizado como referencia a nivel mundial, ha perdido más del 9,5%, y en los últimos 12 meses ha caído más del 25%, situándose en 77 dólares. Sin embargo, el gran obstáculo en este escenario es China, que se suma a la «fiesta».

Hasta ahora, cuando se hablaba del mercado del petróleo, se mencionaba a China principalmente en términos de demanda, no de producción. Sin embargo, ha llegado el momento en que este aspecto no puede pasarse por alto, ya que la producción china de petróleo ha vuelto a aumentar después de varios años de pausa. Con el objetivo de reducir, al menos parcialmente, su dependencia del petróleo extranjero, China ha realizado una importante inversión que desafía la estrategia de Arabia Saudita y sus socios, quienes recientemente han extendido los recortes de producción hasta septiembre.

Las grandes empresas estatales chinas del sector energético, como China National Petroleum (CNPC), China Petroleum & Chemical (Sinopec) y Cnooc, están invirtiendo miles de millones de dólares para revertir la disminución de la producción nacional de petróleo que comenzó en 2015, elevando la producción a niveles casi sin precedentes este año.

Según datos recopilados por Bloomberg, China ha agregado más de 600,000 barriles adicionales de producción diaria desde el punto más bajo en 2018 hasta el máximo alcanzado en 2023. Esto es más petróleo del que algunos países de la OPEP+ generan diariamente. Con una producción de alrededor de 4.3 millones de barriles diarios, China vuelve a ocupar el quinto lugar como mayor productor de petróleo en el mundo, superando a Irak y quedando detrás de Estados Unidos, Arabia Saudita, Rusia y Canadá.

Este cambio de paradigma refleja la alta prioridad que China otorga a la seguridad energética. En 2019, se ordenó a las empresas estatales chinas aumentar el gasto interno como respuesta a la repentina caída de la producción petrolera china durante la segunda mitad de la década pasada, lo que generó una sensación de inseguridad en Pekín. La producción nacional cayó a 3.8 millones de barriles diarios en 2018 desde un pico de casi 4.4 millones en 2014.

Según Javier Blas, experto en energía de Bloomberg, tres factores contribuyeron a esta caída: el agotamiento natural de los grandes yacimientos petrolíferos descubiertos en las décadas de 1950 y 1960, la inversión en proyectos extranjeros en lugar de en empresas nacionales durante los primeros años de la década de 2000 y 2010 (cuando China gastó miles de millones en países productores de petróleo como Angola y Sudán del Sur) y una disminución general en la exploración y perforación debido al colapso de los precios del petróleo desde mediados de 2014 hasta principios de 2016, cuando la OPEP inundó el mercado para intentar desestabilizar la industria del shale en Estados Unidos.

Al mismo tiempo que China veía caer su producción, su dependencia del petróleo extranjero no dejaba de aumentar. En 1994, China se convirtió en importador neto de petróleo, y para 2008, el crudo importado representaba aproximadamente el 50% del consumo total de petróleo del país. Esta proporción siguió creciendo a medida que la producción nacional disminuía y la demanda aumentaba. En 2019, cuando se implementaron los planes para revertir esta tendencia, la producción local representaba solo el 27% del consumo total de petróleo. Se estima que este año, a pesar del aumento de la demanda una vez que se abandonaron las políticas de «covid cero», la producción local cubrirá alrededor del 29% del consumo total de petróleo del país.

Para aumentar la producción nacional, China se está enfocando en prolongar la vida útil de sus grandes yacimientos petrolíferos maduros, especialmente los ubicados en alta mar, así como en explotar sus yacimientos de esquisto y explorar métodos no convencionales, como la conversión del carbón en líquidos refinados de petróleo y la expansión de la producción de biocombustibles. Sin embargo, como advierte Blas, este esfuerzo conlleva altos costos. En el año pasado, CNPC, Sinopec y Cnooc destinaron aproximadamente 80,000 millones de dólares en gastos de capital, una cifra superior a la suma de las inversiones de Exxon Mobil, Chevron, Shell, TotalEnergies y BP.

El analista energético reconoce que mantener la producción en yacimientos maduros tiene sus límites, y China ha tenido un éxito desigual en el desarrollo de sus yacimientos de esquisto local. Además, señala que la Agencia Internacional de Energía (AIE) pronosticó a principios de este año que la producción china de petróleo disminuirá a partir de 2024, alcanzando los cuatro millones de barriles diarios en 2028. Sin embargo, Blas sostiene que los eventos recientes, en los que Rusia y Occidente han utilizado la energía como un arma, podrían convencer a China de que tiene sentido gastar más en el país para mantener su producción energética, tanto por razones económicas como militares. Si esto sucede, la OPEP+ sufrirá daños colaterales, concluye Blas.

En cuanto a las perspectivas de los precios del petróleo, Anas Alhajji, director asociado del Observatorio de Perspectivas Energéticas consultado por analistas de UBS, considera que los precios aumentarán en la segunda mitad de 2023 y especialmente en el cuarto trimestre del año, debido a una demanda favorable. Sin embargo, estima que el aumento se limitará a entre cinco y diez dólares por barril en comparación con los niveles actuales, y cree que los precios tendrán dificultades para alcanzar los 100 dólares o más por barril debido a las posibles ventas de petróleo chino de sus reservas estratégicas a precios elevados.

Alhajji advierte que los datos precisos sobre los inventarios chinos son difíciles de obtener. Estima que la capacidad de las reservas de petróleo de China es de alrededor de 1,400 millones de barriles, y que actualmente el país tiene alrededor de 1,000 millones de barriles, incluyendo un almacenamiento subterráneo de aproximadamente 150 millones de barriles. De esa cantidad, se considera que unos 300 millones de barriles son reservas estratégicas. Sin embargo, dado que las principales compañías petroleras del país son estatales, gran parte de las reservas está bajo el control del gobierno.

El experto considera que China está dispuesta a utilizar entre 250,000 y 300,000 barriles para limitar un aumento en el precio del petróleo. Inicialmente, se estimó que el umbral para que China utilizara sus reservas estratégicas era de 75 dólares por barril, pero luego se redujo a 70 dólares. Actualmente, Alhajji cree que el umbral vuelve a estar alrededor de los 75 dólares debido al acceso de China al petróleo ruso barato.

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %