En relación a la pandemia y a la guerra, la industria logística mundial se ha desestabilizado y no es algo que pueda solucionarse a corto plazo. Y es que, a consecuencia de todo lo que hemos vivido existe escasez en los barcos disponibles.
Cabe destacar que como se ha mencionado en el anterior párrafo, los barcos no están disponibles, es decir están ocupados para tareas más allá que el envío de mercancías.
En especial es el gas el que está condicionado el mercado, dado que la alternativa de gas ruso es exportarlo como gas licuado (GNL) en grandes cargueros. También, el envío de gasolina y diésel. Lo que al final se traduce en rutas cada vez más largas y más tiempo en el mar, reduciendo así el acceso a los barcos.
A estos problemas se suma que cada vez estamos más cerca del invierno. La guerra no se da por finalizada y la falta de cargueros se está extendiendo en el tiempo, lo que supone que se incremente la demanda de GNL y a futuro implique a una subida de costes de envío.
De esta forma, el coste de enviar por barco vuelve a estar en máximos y el resultado es que se complique a la hora de bajar la inflación. La crisis logística se nivela a la económica, por ejemplo, enviar de China a Estados Unidos es tan caro como en 2020 justo después de la pandemia, por otro lado, desde Oriente Medio a Japón ahora mismo está al doble que a principios de año, al final la demanda de barcos disponibles hace que los que sí lo están aumenten sus precios.
Después del verano lo habitual es que los cargueros de gas dejen de ser utilizados, pero viendo cómo se encuentran las compañías los están manteniendo, al final las empresas que disponen de barcos no los sueltan. De igual forma que ocurre con los petroleros, que siguen navegando haciendo rutas alternativas para tenerlos a su disposición, así lo aseguraba Bloomberg.
Aunque, un incremento en las tarifas del Canal de Suez, en un 15% para 2023, lo que hará que los costes de envío por barco sean más altos y ayudará a la liberación de barcos. Luego, otra solución sería aprovechas los diferentes barcos que se encuentran en los puertos. Y, por último, recurrir a aviones de carga, la industria ha crecido más de un 20% desde el año pasado y se espera que aumente más.