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Nunca antes un dividendo en acciones de Repsol había recibido tan buena acogida. Los titulares de un 75,84% del capital social de la compañía han aceptado el cobro en nuevas acciones de la petrolera. Una insólita cifra para la primera retribución que se reparte tras la desinversión de la paraestatal mexicana Pemex.
El porcentaje de aceptación contrasta con el 62,62% que Repsol consiguió para su dividendo a cuenta del pasado mes de enero. Para atender a esta demanda de los accionistas, la compañía que preside Antonio Brufau tendrá que ampliar capital en un volumen equivalente al 1,94% de su accionariado actual, tal y como se ha notificado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
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