Rusia esquiva las Sanciones Impuestas por la UE y el G7 con la ayuda de Traders y la gran caída del petróleo

Rusia esquiva las Sanciones Impuestas por la UE y el G7 con la ayuda de Traders y la gran caída del petróleo

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La gran caída del precio del petróleo, unido con las manipulaciones de Moscú y de algunos traders de materias primas, han disminuido la importancia del tope al precio del crudo ruso que impusieron la Unión Europea y el G7.

En primer lugar, ‘la flota fantasma’ de Rusia – que consiente que Rusia continúe exportando crudo sin restricciones -, con la ayuda de las ‘manipulaciones’ legales de algunos traders, y en este momento la caída del precio del petróleo en los mercados globales, han esterilizado casi por completo una de las sanciones estrella de Occidente. Pese a que algunos países han pedido su revisión, el G7 se ha negado a endurecer este tope por ahora.

En el momento en el que se impuso el tope al precio del crudo ruso, el petróleo Brent – de referencia global -, cotizaba en la zona de los 90 dólares, por lo que un ‘techo’ en los 60 dólares por barril rentaba casi 30 dólares de ingresos por cada barril que vendía Rusia de crudo en el mercado. Siempre y cuando se respetará esta sanción.

Pero, ¿cómo funciona el precio del petróleo y derivados de Rusia? Ningún país tercero fuera de la UE o el G7, que quiera comprar petróleo o derivados rusos podrá hacerlo por encima de los topes establecidos – 60 dólares para el barril de crudo y 100 para el barril de diésel o gasolina – siempre que exista alguna naviera, aseguradora, avalista u otro tipo de empresa occidental involucrada en el proceso comercial y de transporte.

Ahora la pregunta es: ¿por qué iban a aceptar este tope otros países? Debido a que la gran mayoría de empresas de estos mercados son empresas occidentales. Para evitar estas sanciones, Rusia está intentando levantar una flota paralela de barcos y empresas para transportar sus productos sin depender de la poderosa red de transporte occidental.

Aunque, poco a poco se ha ido viendo como empresas occidentales y otras firmas conseguían esquivar estas sanciones con diferentes argucias. De igual forma Moscú, levantando una ‘flota fantasma’ de viejos petroleros, ha conseguido sortear parte de este tope al petróleo ruso – si no hay empresas occidentales involucradas, el crudo ruso se puede vender a precio de mercado -.

Pero actualmente, con el petróleo Brent en 73 dólares y descendiendo, el tope en 60 dólares apenas tiene sentido, debido a que la diferencia entre el propio tope y el precio de mercado es mínima. El breakevent point del petróleo ruso es aproximadamente de unos 30 dólares, lo que consiente a Moscú continuar produciendo con beneficio. Sí, los ingresos de Rusia se han desplomado, pero más que el tope al precio del crudo, el generador es la propia debacle del precio del petróleo (que cae un 32% en un año).

Por ello, los líderes del G7 consideraron la semana anterior disminuir el tope al precio del crudo ruso – intentar forzar que el crudo ruso se venda incluso por debajo de los 60 dólares -. El acuerdo ha sido imposible. Las democracias avanzadas del Grupo de los Siete han escogido mantener el precio máximo del crudo ruso en 60 dólares el barril, decepcionando las esperanzas de algunos de los países europeos que aspiraban endurecer las sanciones occidentales este mes.

La posición del G-7 podrían causar nuevas tensiones dentro de la UE por el esquema de precios máximos. Los funcionarios occidentales determinaron en su día revisar el nivel de 60 dólares por barril, lo que ha causado que los países bálticos o Polonia presionan ahora para que este tope se endurezca y de esta forma erosionen todavía más los ingresos petroleros de Rusia. Los funcionarios ucranianos apoyaron la disminución del límite, pero acuerdo fue imposible.

Los grandes países desarrollados están cómodos con la caída del petróleo, en tanto que rebajar el tope al crudo ruso supondría ‘revivir’ esta medida y recortar parte de la oferta global, lo que podría ‘revivir’, además, a los propios precios del crudo, que desde noviembre a esta parte han caído más de 20 dólares el barril.

El veterano trader, Niels Troost, dispone de un amplio reconocimiento dentro de este mundo, participó en una conferencia mundial sobre seguridad alimentaria, cuestionando si el tope al crudo ruso tenía sentido en un mundo como el actual, conforme a lo recogido en el diario británico Financial Times.

“Hay todo tipo de razones por las que los topes de precios pueden no ser necesariamente la solución”, afirmaba en la reunión de noviembre, argumentando que las exportaciones de petróleo de Rusia eran imprescindibles para parar el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y de la inflación en general.

Troost ha sido uno de los traders que han conservado vivos los flujos de petróleo ruso: Paramount Energy & Commodities, con sede en Suiza, la compañía que fundó Troost, era uno de los traders de petróleo ruso y de Oriente Medio más destables en la escena internacional. Pero, el endurecimiento de las sanciones de la UE a las exportaciones energéticas rusas en mayo planteó obstáculos que complicaron el comercio.

Lo ocurrido tras las sanciones deja al aire las contradicciones de un régimen de sanciones diseñado para privar a Putin de fondos para su guerra, entre tanto intentan mantener las exportaciones de petróleo rusas para proteger la economía global. Incluso, ilustra cómo algunos traders de petróleo han estado dispuestos a asumir los riesgos legales y de reputación para proseguir con el lucrativo negocio con Rusia cuando las empresas más conocidas se han apartado rápidamente, según publican desde el Financial Times.

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