Especialistas en el sector petrolero piden dotar a la empresa de herramientas que le permitan competir con las compañías privadas.
La competencia con la iniciativa privada que a la que se deberá enfrentar llega en uno de los momentos más difíciles para la empresa, ya que no sólo mantiene una tendencia a la baja en sus niveles de producción, sino también grandes pérdidas económicas, altas deudas y menores reservas probadas.
Así, al cumplirse 77 años de la Expropiación Petrolera, México se encuentra en plena implementación de la Reforma Energética, en la que se contempla un cambio radical en Pemex, pues deja de ser una paraestatatal para convertirse en empresa productiva del Estado, por lo que ya se le exige reestructurarse y ser más eficiente para poder enfrentar a los grandes corporativos internacionales que incursionarán en el mercado nacional.
Sin embargo, especialistas del sector energético, aseguran que para Pemex el competir no será una tarea fácil, ya que la empresa se encuentra “envejecida y desgastada” al fungir por tantos años como la del gobierno federal, perdiendo con ello la oportunidad de renovarse como cualquier otra empresa.
Uno de los principales argumentos para la aprobación de la Reforma, tiene que ver con dotar a Pemex de las herramientas necesarias que le permitieran comportarse y tomar decisiones al igual que las compañías privadas, por ello, dentro de los cambios constitucionales destaca la reducción de sus responsabilidades fiscales.
Sin lugar a dudas la petrolera Mexicana tardara mucho tiempo en poder competir con operadoras extranjeras habituadas a competir con uñas y dientes en mercados ultra competitivos.