El mercado del petróleo está experimentando una situación poco común en la que, a pesar de la fuerte demanda y los continuos recortes de la oferta por parte de la OPEP y Rusia, el precio del crudo está disminuyendo considerablemente y ha caído por debajo de los niveles previos a la guerra. Esto se debe a la preocupación por una posible recesión en los países avanzados y una desaceleración en China. Aunque se reduzca la oferta, si la demanda disminuye, el precio del petróleo seguirá cayendo.
Ayer, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) disminuyó un 5,3% hasta alcanzar los 71,66 dólares por barril, lo que representa la caída más pronunciada en cuatro meses y continúa una tendencia de cuatro días consecutivos de pérdidas. El Brent, que es una referencia a nivel mundial, cayó un 5% hasta los 75,3 dólares.
Hoy, el precio del crudo ha disminuido más del 1%, con el Brent cayendo por debajo de los 75 dólares y el Texas por debajo de los 71 dólares. Los inversores están preocupados por la posibilidad de una recesión en los Estados Unidos, la situación de techo de deuda en el país y las señales de debilidad en el consumo de materias primas en China.
Además de lo anterior, los datos de comercio internacional recientes indican que la economía de la Eurozona y otros países avanzados se está debilitando, lo que puede llevar a una posible nueva recesión a nivel global. Si la economía de los países avanzados se contrae, es posible que la demanda de petróleo disminuya en un rango de uno a dos millones de barriles diarios, lo que anularía los efectos de los recortes en la producción de la OPEP y Rusia.
«El sentimiento en el mercado del petróleo sigue siendo negativo. El Brent sufrió una caída del 5% ayer. Esta es la mayor disminución porcentual diaria desde principios de enero y el nivel más bajo visto desde marzo. Hay pocos fundamentales nuevos que justifiquen la liquidación, aunque los inversores parecen estar cada vez más nerviosos por las perspectivas macroeconómicas y sus implicaciones para la demanda de petróleo», garantiza el analista de materias primas de ING en una nota, Warren Patterson.
«La economía de EEUU continúa evolucionando de manera consistente con una recesión que comenzará en algún momento de este año», afirman en una nota los analistas de Barclays que queda recogida por la agencia Reuters. «El sector manufacturero se está contrayendo, el consumidor está teniendo problemas… Hay señales cada vez más amplias de grietas que emergen dentro del mercado laboral», dictamina la nota del banco británico.
«En las últimas semanas, ya hemos visto a los especuladores reducir sus posiciones largas (apuestan a que el petróleo va a subir) netas sobre el Brent, mientras que para el barril de diésel, los especuladores han pasado de una posición larga neta a una posición corta (apuesta a que va a bajar) neta. La pregunta clave ahora es dónde está el suelo para el mercado. Desde el punto de vista técnico se encuentra en los 70 dólares, lo que debería dar soporte al mercado», mantiene Patterson.
También, existe la posibilidad de que el gobierno de los Estados Unidos emita la orden de comprar petróleo para empezar a reponer sus reservas estratégicas de crudo en torno a esos mismos niveles.
Aunque, si se pierden los 70 dólares, la situación podría ser compleja para el crudo: «Si finalmente se rompe y cae por debajo de los 70 dólares, esto sería una preocupación para la OPEP+, por lo que es probable que aumenten los rumores y las conversaciones sobre recortes adicionales si el crudo cae por debajo de ese nivel», confirma Patterson. Si el precio del petróleo cae por debajo de ese nivel técnico, puede aumentar la preocupación por una corrección más significativa, lo que provocaría una presión adicional sobre el precio del petróleo.
«El mercado es un desierto para los inversores ahora mismo», asegura el especialista en energía de ICAP, Scott Shelton.
Si llegara a producirse una recesión, el precio del petróleo podría bajar significativamente. No obstante, si la economía global se mantiene estable, el riesgo real para las previsiones de precios del petróleo apuntan al alza, es decir, que el precio del crudo podría aumentar considerablemente en la segunda mitad del año.
Los expertos en economía de Gavekal Research opinan que «a pesar del recorte de producción prometido en abril por parte del cartel de productores de petróleo de la OPEP+, el precio del petróleo se ha encontrado bajo presión en las últimas semanas ante la decepcionante demanda china y los temores de una recesión en EEUU. Es dudoso que esta tendencia bajista esté justificada. La demanda de importaciones chinas aumentará y la economía estadounidense hasta ahora ha evitado la recesión», estos especialistas sostienen en un informe publicado esta mañana.
Se prevé que la demanda global de petróleo aumente aproximadamente en 2,5 millones de barriles por día en 2023, pero no se sabe de dónde vendrá el suministro adicional necesario para satisfacer esta demanda.
Los países miembros de la OPEP en el Golfo Pérsico tienen capacidad de producción sin utilizar, pero han mantenido la disciplina de las cuotas hasta el momento. Rusia está cerca de su capacidad máxima de producción y exportación. Es poco probable que los Estados Unidos aumenten significativamente su producción de petróleo, y la industria de exploración y producción en general ha sufrido una falta de nuevas inversiones en los últimos años.
«Como resultado, a medida que aumenta la demanda, es probable que la oferta se vea limitada, con el balance de riesgo para los precios del petróleo al alza», asegura Tom Holland, analista de Gavekal Research.
A pesar de ello, «se necesitarán algunas pruebas en el mercado físico (compra vente de crudo spot) que dejen entrever que se está estrechando la oferta antes de que veamos una actividad comercial más positiva», confirmaba por teléfono Emily Ashford, analista de energía de Standard Chartered Bank.