La Unión Europea continúa buscando de forma urgente un acuerdo para el décimo paquete de sanciones por la guerra en Ucrania y determinar un precio límite del petróleo comprado a Rusia. Esto, se decidió durante el mes de junio, pero las opiniones europeas actualmente se dividen en dos bandos y en dos intereses, donde se añade la intención del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, de asfixiar la economía rusa fijando el precio del barril en 20 dólares.
Otros países, como Polonia defienden la postura de Ucrania frente a la postura de la Comisión Europea, apoyada por España, de elevar el límite hasta los 70 dólares. Luego, Chipre, Malta y Grecia, Estados miembros con más tradición de comercio marítimo, las navieras también presionan por este precio más alto.
Es el día 5 de diciembre cuando la UE debe llegar a un acuerdo, cuando entrará en vigor el décimo paquete de sanciones contra Rusia por la guerra de Ucrania, donde forman parte la prohibición de comprar a Rusia por vía marítima petróleo y la fijación de un precio tope al que los países limítrofes, que lo reciben a través de oleoductos, deberán pagarlo. Además, se aplicará al resto de países no europeos del G7, EEUU, Canadá y Japón.
Todo ello, se debe a una propuesta de la Comisión Europea donde proponen que el barril se encuentre entre los 65-70 dólares que, como sucedió la semana pasada con el tope de 275 euros para el gas rechazado por excesivo, se encuentra por encima del precio del petróleo ruso y, por tanto, es demasiado elevado para dañar la economía de Rusia.
Al final lo que busca este nuevo paquete de medidas, es que la Unión Europea termine de financiar la guerra en Ucrania a través de la compra de recursos energéticos. Fuera de la UE, aunque desde el escenario bélico y zona cero de la crisis energética, Volodimir presiona con bajar los precios al máximo posible.
Por otra parte, el precio según fuentes conocedoras de la negociación, destacan que otro factor casi más importante tiene que ver con los seguros de los petroleros, un entorno en el que se dispone un nuevo interés económico para empresas de la UE que buscan tirar el precio límite del petróleo ruso lo más alto posible.
Para transportar petróleo por mar, es necesario tener asegurados los petroleros y las aseguradoras en su gran parte son empresas de la UE y del Reino Unido que verían muy afectado su negocio si Rusia decide suspender el comercio de petróleo.
“Los precios del petróleo están dando tumbos. El G7 debería ignorar las presiones de Grecia, Malta y Chipre para fijar un alto e ineficaz límite de 60-70 dólares”, afirmaba Robin Brooks, experto, en redes sociales. “Ha llegado el momento de dar a Putin donde más le duele”, incluía y afirmaba que la disminución de la producción por parte de Rusia no significaría mucho, en comparación a la crisis financiera que desataría el límite de 30 dólares el barril.
Pero, no basta con que la UE tome dicha medida, para que sea efectivo debe aplicarla EEUU, Japón y Canadá. Alberto Carbajo, exdirector general de operación de Red Eléctrica España, señala que podrían aprovecharse de este acuerdo, porque les permitiría comprar a precios más bajos.
“Hay un montón de petróleo en los Urales que hoy está en 64-65-66 dólares el barril”, más económico que el barril Brent, de referencia en Estados Unidos y la Unión Europea, que aun cuando baje de los 83 dólares actuales continuará a un precio más alto. Por consiguiente, las pérdidas económicas que procuran infligir en Moscú podrían no ser tales.
“India y China se van a beneficiar. No estamos haciendo las cosas de manera coherente porque lo que pretendemos es reducir los ingresos a Rusia y le estamos facilitando la salida de petróleo a India y China” alerta Carbajo, que en estos momentos es miembro del Consejo Asesor de la consultora Llorente y Cuenca. Por ese motivo, considera que la nueva sanción puede reducir los ingresos de Moscú, pero que, por el contrario, puede llevar a recortar la producción de Rusia, asimismo Arabia Saudí no podría suplir ningún otro país productor y al final se reflejaría en un alza de precios en otras plazas que quizás sí afecte ya al petróleo que compran países como España.