En un histórico acuerdo entre el Parlamento Europeo y el Consejo, la Unión Europea da un paso decisivo hacia la neutralidad climática al impulsar un plan ambicioso que busca eliminar progresivamente las calderas de combustibles fósiles en los hogares para 2040. La medida, parte integral de la revisión de la Directiva sobre el Rendimiento Energético de los Edificios, establece metas concretas para la construcción de edificios «cero emisiones» y la reducción significativa de emisiones de gases de efecto invernadero en el sector de la construcción. Este cambio trascendental, aprobado informalmente, marca el inicio de una era de edificaciones más sostenibles y eficientes energéticamente en la Unión Europea.
Después de alcanzar un acuerdo entre el Parlamento Europeo y el Consejo, se confirma que el plan tiene el respaldo necesario para iniciar una transformación significativa en el ámbito de la construcción. La meta principal es eliminar gradualmente, para el año 2040, las calderas convencionales que utilizan combustibles fósiles como gas natural, carbón o gasóleo, las cuales son comunes en los hogares.
Las nuevas disposiciones exigen que los edificios construidos a partir de 2030 sean «de cero emisiones», y se plantea revisar la directiva sobre rendimiento energético de los edificios con el fin de reducir de manera sustancial las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de energía en el sector de la construcción de la Unión Europea para 2030, apuntando a lograr la neutralidad climática para 2050.
El enfoque del plan incluye la renovación de los edificios de peor rendimiento, mejorando el intercambio de información sobre el rendimiento energético. La propuesta busca, además, promover la instalación progresiva de fuentes solares en edificios públicos y no residenciales, así como en todas las nuevas construcciones residenciales para 2030, siempre que sea técnicamente y económicamente viable.
Uno de los aspectos más destacados y potencialmente impactantes para las familias es la «eliminación gradual de las calderas de combustibles fósiles». Los Estados miembros se comprometen a descarbonizar los sistemas de calefacción y eliminar progresivamente el uso de combustibles fósiles en la calefacción y refrigeración, con el objetivo de eliminar por completo las calderas de combustibles fósiles para 2040. Se prevé que los Estados miembros dejen de subvencionar las calderas de combustibles fósiles independientes a partir de 2025.
A pesar de algunas exenciones para edificios agrícolas, patrimoniales y otros casos particulares, la medida afectará directamente a la mayoría de las viviendas convencionales. El Relator de la Directiva de Rendimiento Energético de los Edificios destaca que este plan representa un paso crucial hacia un stock de construcción con emisiones netas cero, contribuyendo significativamente a la reducción del 36 % de las emisiones de CO2 de Europa.
Este acuerdo, aunque aún pendiente de aprobación por el Parlamento y el Consejo, refleja un compromiso decidido de la Unión Europea para abordar la crisis climática desde la perspectiva de la eficiencia energética en el sector de la construcción, que actualmente es responsable del 40 % del consumo de energía y del 36 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE.
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