El gigante petrolero Saudi Aramco ha revelado sus planes de repartir dividendos por un total de 115.000 millones de euros este año, en un intento por aliviar el creciente déficit fiscal de Arabia Saudí. A pesar de una disminución del 14% en los beneficios, la compañía mantiene dividendos en niveles máximos, destacando un cambio de enfoque hacia el gas y el refino como estrategia para reducir la dependencia del crudo.
Saudi Aramco, la mayor petrolera del mundo, anunció que distribuirá más de 31.000 millones de dólares a sus accionistas este trimestre, sumando un total de más de 115.000 millones de euros para el año 2024. Esta medida, tomada en medio de una caída del 14% en los beneficios en los primeros tres meses del año, refleja la preocupación por el déficit fiscal de Arabia Saudí, que se espera alcance niveles sin precedentes desde el inicio de la pandemia.
A pesar de las condiciones favorables del mercado mundial, con precios más altos del crudo, Saudi Aramco ha visto disminuir sus ganancias netas. Esto ha llevado al presidente y consejero delegado, Amin H. Nasser, a enfocarse en la venta de gas natural y la expansión del negocio de refino como áreas clave para diversificar los ingresos y reducir la dependencia del petróleo.
El gobierno saudí, que posee más del 98% de las acciones de Saudi Aramco, depende en gran medida de los dividendos de la compañía para equilibrar sus finanzas públicas, que han estado en números rojos durante seis trimestres consecutivos. A pesar de ello, la deuda pública sigue siendo manejable en comparación con otros países, representando solo un poco más del 25% del PIB.
Para alcanzar el equilibrio fiscal, Arabia Saudí necesita que el precio del barril de Brent se mantenga alrededor de los 108 dólares, un nivel que parece poco probable según las previsiones actuales. Sin embargo, el país, como líder de facto de la OPEP, tiene influencia sobre la oferta de petróleo y, por ende, sobre los precios. Se espera que la OPEP mantenga su política de recortes en su próxima reunión.
Además, el gobierno saudí está considerando una nueva venta de acciones de Saudi Aramco para aumentar sus reservas financieras. Sin embargo, los inversores internacionales muestran escepticismo ante los planes del país para la empresa, que sigue bajo un fuerte control estatal. El alto dividendo anunciado por Saudi Aramco, incluso superando el flujo de caja libre de la empresa, refuerza la percepción de su dominio en el mercado petrolero.
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