Sinopec, petrolera estatal de China, una de las mayores empresas en el sector del gigante asiático, ha efectuado una perforación de más de 9.300 metros en uno de sus campos petrolíferos. Esta obra de complicada ingeniería se ha convertido en el pozo terrestre más profundo de toda Asia. Pekín continúa buscando dentro de su terreno – también en el mar -, petróleo y gas para disminuir su dependencia de los países de la OPEP y de Rusia.
La exploración se ha llevado acabo en el pozo inclinado Shunbei 84, situado en la cuenca del Tarim, perteneciente a la región occidental de Xinjiang. Ésta, es rica en recursos petroleros y gasísticos, y logrará una capacidad de producción diaria de más de 1.000 toneladas de petróleo, conforme han informado los medios chinos. Hasta el momento, el pozo más profundo era de más de 8.800 metros de profundidad, también operado por Sinopec, y se encontraba en Sichuan.
El pozo se ubica en Taklamakan, el desierto más grande de China. Los medios locales garantizan que los trabajadores completaron una hazaña considerable al perforar a una profundidad de 9.396 metros el pasado jueves, constituyendo el nuevo récord de perforación más profunda en Asia.
La dificultad de la producción es un tema un tanto complejo, ya que la inversión ha sido grande y la producción de crudo se encuentra en unos 6.300 barriles de crudo por día, una cantidad relativamente pequeña, puesto que solo China produce cada día unos 4 millones de barriles de petróleo. Otros grandes productores como EEUU o Arabia Saudí producen más de 10 millones de barriles diarios de petróleo.
De igual forma, la inauguración de este pozo se produce justo cuando el precio del crudo ha empezado a retroceder a nivel global. El petróleo de tipo Brent ha perdido los 80 dólares por barril ante el creciente riesgo de que se produzca una nueva crisis financiera que afecte a EEUU y se extienda por el resto del mundo.
Los informes presentados este martes por Sinopec subrayan que este pozo vertical es el vigésimo segundo que supera la producción de 1.000 toneladas dentro de los campos de petróleo y gas de Shunbei. Este pozo se localiza en el mayor desierto de China. En tanto que EEUU busca aumentar su producción en Alaska, Pekín lo hace en el desierto.
“Actualmente, se han explorado y desarrollado con amplias perspectivas siete pozos capaces de extraer mil toneladas. La zona número 4 adyacente representará el 73,6% de la producción total de Shunbei en 2022”, garantizó la petrolera en el comunicado.
Sinopec ha fundado cuatro campos petrolíferos y de gas natural en la cuenca de Tarim, ya que mantiene al 83% y el 64% de las reservas de petróleo y gas del gigante asiático, respectivamente, según datos publicados en la prensa local.
En el mes de agosto del año anterior, la petrolera descubrió un yacimiento de 1.700 millones de toneladas de petróleo que consigue los 7.300 metros de profundidad, convirtiéndolo en uno de los más profundos del mundo.
El proyecto de exploración incorpora pozos con una profundidad superior a los 8.000 metros y 76 que se adentran entre 7.500 y 8.000 metros en la superficie terrestre.
China es uno de los mayores consumidores de energía del mundo. Como otros muchos países en desarrollo aún tiene una dependencia importante del carbón para producir toda la electricidad y energía que necesitan sus más de 1.400 millones de habitantes. De acuerdo con el Departamento de Energía de EEUU, el petróleo supone casi el 20% del mix energético de China.